Mi alma muere lentamente, mi espíritu abandona poco a poco mi cuerpo, pronto cerraré mis ojos y ya no veré más las estrellas, ya no palpitará más mi corazón. Mi espíritu ya no desea vivir más, demasiadas cosas han pasado, y no he podido con ellas... especialmente ahora, que mi corazón herido está. Nunca pensé que llegaría tan pronto, el momento de aferrar la mano de dios e irme de aquí... ¿queda alguna esperanza para este dragón? ¿queda alguna esperanza para este amor? amor que superó todas las fronteras, superó todas las barreras, y estuvo a punto de ser perfecto... o fue una vaga ilución, que pasajera fue en el momento en que nuestros cuerpos entraron en contacto y nuestros corazones latieron juntos. Tal vez sólo fui un cuerpo, el refugio deseado ante tus temores, el calor que buscaban tus brazos ante el frío, tal vez eso fui.
Aún recuerdo aquel abrazo, tibio y reconfortante, que tuvimos la primera vez. Un recuerdo feliz que atesoraré eternamente en los recuerdo profundos de mi corazón. El día en que tus ojos me miraron por primera vez, el momento en el cual escuché tu tibio corazón y supe que estabas vivo, que eres de verdad, que no eras una ilución.
Estoy aquí, perdiendo la fe, perdiendo las energías de vivir, con la mente confundida y el alma herida. Estoy aquí, esperando la salvación o el hachaso de la muerte que le de fin a todo. Estoy aquí, de rodillas, atrapado en tu mundo de sueños, repleto de tu cariño. Estoy aquí, amandote...
Mi corazón es tuyo y mi cuerpo también. Has lo que quieras conmigo...
... pero, mi alma nunca estará en silencio, y siempre te dirá "te amo, te amo... te... amo"

El tiempo pasa lentamente frente a mis ojos, llega el atardecer ¿alcanzaré a ver el siguiente día? sea lo que sea, estoy aquí de rodillas, esperando... esperándote.