
Como bien digo en el titulo esto es algo que me tiene ligeramente traumado aunque no lo quiera mostrar. Ese miedo aun recorre mis venas y
aennor me dijo que escribiera un relato con lo ocurrido como una pequeña terapia, aunque duela. Ayer me vi con fuerzas de hacerlo y hoy lo he terminado.
Gracias a todos los que se preocuparon por mi, y os repito que estoy bien, no os preocupeis. no quiero que se monten dramas en esta submision.
Abajo esta la historia 100% real de mi accidente, es algo que tengo que afrontar, no subo este escrito para que sea leido, lo subo para que no caiga en el olvido, de lo que una vez me pasó y que debo de recordar.
Era un verano Poliou no daba abasto, estar como segundo de cocina era una gran responsabilidad a sus dieciocho años. En pleno verano el trabajo en un restaurante a segunda línea de playa de un pueblo turístico como Cambrils significaba la extenuación y el 200% de tu rendimiento.
Pero Poliou solo tenía una cosa en la cabeza que le hacía permanecer en pie y con esa responsabilidad, un lobo que vivía a 400 km suyo. Siempre alegre y sin perder la sonrisa, Poliou trabajaba a destajo por un sueldo de mierda en comparación a las horas que echaba.
Sus compañeros de trabajo apreciaban su optimismo pese a su pesimismo, siempre fue una persona contradictoria, ya lo podía ver todo negro para sí mismo que siempre tenía unas palabras de aliento para sacar de cualquier problema a cualquiera de ellos. Pero no de los suyos propios.
Los días pasaban y lo único que lo mantenía con ganas era la promesa de volver a ver a su amado un día de estos y Poliou sabía que eso sería pronto. Llevaba una semana planeando esto, compró un peluche de pantera negro y le dijo al lobo que le llegaría el lunes una sorpresa por correo. Lo que el lobo no sospechaba es que el propio Poliou era el mensajero.
El lobo sabía el horario de Poliou: trabajando todos los días con solo dos tardes libres a la semana, tiempo imposible para verse cara a cara. Pero Poliou quiso que eso cambiara, casi suplicándole a su jefa le pidió el lunes entero para poder coger el coche y verle, no sabía del grave error que estaba cometiendo.
Poliou siempre fue una persona autodestructiva que lo daba todo por todos a raíz de los constantes malos tratos que recibió de cachorro en la escuela, tanto físicos como psicológicos, aunque en su mayor parte eran de estos últimos y de su primer gran amor, quien hizo tambalear los cimientos de su bisexualidad, quien resultó solo estar jugando con los sentimientos de aquel chico que solo quería ser feliz.
Su cuerpo no le importaba, los jefes le pedían que hiciera turnos de 16 horas la semana antes de ese fatídico día y este aceptaba encantado sin perder la sonrisa, ni las ojeras a pesar de saber de antemano que si había trabajo no habría descansos a comer ni le pagarían esas horas de más.
Y así fue, de martes a domingo trabajó 16 horas diarias, de 10 de la mañana a dos de la mañana como mínimo. Eran cuatro en la cocina y no eran suficientes para la friolera de casi 400 personas diarias en un restaurante de tapas. El lunes se acercaba y Poliou estaba radiante por lo que estaba por venir. El domingo pidió irse un poco antes para que le diese tiempo a descansar pero no fue posible, de tanto trabajo que hubo salió a las dos y llegó a casa a las 2:30.
Todo feliz, agarró su móvil y se puso la alarma a las 6 AM, iba a dormir tres horas para hacer un viaje de cuatro horas en su coche. Pero al mirar el peluche sonrió pensando el motivo por el que lo hacía. Conociendo a su lobo a las 10 y media se comenzaría a despertar y a esa hora es a la que aparecería en su casa. O eso quería creer.
Somnoliento apagó la alarma y saltó de su cama para ducharse, tomar un zumo y salir hacia allí. Cogió una mochila con comida, te verde, el peluche y una botella de aceite para masajear a su lobo y bajó el ascensor. Aun no había amanecido cuando preparó todo y arrancó el coche. Estaba agotado, pero solo pensaba en llegar a los brazos de su lobo.
Pasaron los minutos, los quilómetros y el paisaje se movía impasible al paso de su antiguo mercedes. Dejó Cataluña atrás y siguió bajando, cada segundo que pasaba estaba más cerca de su amado. Pero más cerca del agotamiento y su cuerpo le avisaba dando cabezadas contra el volante.
-Agr… me duermo…-Se decía mientras se frotaba los ojos y subía y bajaba las ventanillas para mantenerse ocupado y no dormirse.-En valencia pararé media hora…
Faltaba cosa de 30 km de valencia cuando sucedió. Al ir a adelantar un camión se quedó dormido. Inevitablemente el coche hizo colisión contra el camión en la autopista, provocando que el lado derecho del coche se hiciera trizas y salpicando de cristales la cara del joven conductor, quien se despertó al momento en estado de shock. El tiempo se detuvo durante ese instante, vivir o morir en una fracción de segundo, en una buena o mala reacción. Un intenso aroma proveniente del campo, la polución de los coches y el olor del suyo propio le inundó la nariz y reaccionó dando un volantazo que hizo que sus ruedas derraparan y el coche saliese sin control de debajo del camión, agarró firmemente el volante y dio un volantazo en la dirección inversa del primero para estabilizar el coche, luego un pequeño giro para dejarlo completamente asegurado, puso las luces de emergencia y paró el coche en el arcén.
Del shock estuvo unos segundos en el volante negándose lo ocurrido, las lágrimas no salían, pero lo deseaba. Salió del coche asustado y asombrado, los daños habían sido menores, pero lo que más le dolía era ver esa pantera llena de cristales rotos, tan rotos como los planes que tenia con su lobo.
El conductor del camión tocó su bocina y le mostró un chaleco reflectante a través de su cabina, haciéndole recordar que el no llevaba el suyo. Se acercó a su asiento, abrió la puerta y agarró su chaleco reflectante. Lo abrió y se lo puso.
El conductor del camión bajó a mirar si el joven hibrido se encontraba bien, si se había hecho algo de gravedad, pero se alivió al ver que el joven estaba bien. Era un humano de mediana edad.
-¿Estás bien? ¿Qué te ha pasado? ¿Has tomado algo?-Preguntaba preocupado el señor.
-N-no he tom-mado nada… S-señor…-Decía tembloroso.-M-me dormí a-al volante… oh…dios… lo siento mucho, yo no…
-Tranquilo, acompáñame atrás, tranquilízate, todo está bien.-El humano agarró su triangulo de precaución y lo puso a diez pasos de la zona del accidente. Se dio la vuelta para mirar que solo tenía un rasguño en la esquina inferior izquierda, donde había impactado el mercedes.
Poliou sollozaba e hiperventilaba un poco. Agarró su botella de té y le dio un trago. Seguía negándose lo ocurrido, se odiaba. Tanto tiempo planeando esto para echarlo a perder en un segundo.
-¿Estás bien? Has tenido mucha suerte, ¿el coche te arranca? Tenemos que salir de la autopista, a unos metros hay una salida, tomaremos esa y allí haremos el parte.
-S-si…-Poliou se metió en el coche, lo arrancó sin problema y lentamente de fue hacia la salida, se metió en un camino de tierra y apagó el motor de nuevo.
Se odiaba, mil cosas pasaban por su cabeza: Sus padres le matarían por esto, confiaban en él y el les había fallado, ya no podría ver a su lobo, iba a preocupar a mucha gente, no podía fallar a los de su trabajo… Y todas ellas le entristecían.
Hizo una foto a su coche y la subió a facebook para dar a conocer que había tenido un problema pero que estaba bien, su error fue grave pues sobre preocupó a mucha gente, cosa que su intención era dar a entender que si podía hacer esa foto se encontraba en perfecto estado.
Mientras el señor preparaba los datos el joven llamó a su lobo para disculparse, el lobo, somnoliento, le contestó de mala gana pero preocupado por los sollozos de su amante.
El lobo le recriminó la estupidez que había cometido aunque le hubiese hecho ilusión, su vida era más importante que verse un día, tenía que descansar, terminó colgándole algo enfadado pero no dejó de mandarle whatsapps para saber cómo se encontraba.
A la siguiente persona que llamó fue a su padre, reiteradas veces pues este no lo cogía. Finalmente cogió fuerzas y llamó a su madre, no sabía cómo decírselo, sollozaba sin llorar, le faltaba el aire, le temblaba el pulso y la voz.
-Mami… lo siento… me he dormido al volante y me he estampado contra un camión, estoy bien, pero no logro localizar a papi… por favor, ¿puedes decirle que me llame? Te contaré cuando llegue a casa… lo siento…-El joven colgó sin dejar hablar a su madre mientras múltiples avisos le llegaban al móvil.
Mensajes, llamadas, comentarios de facebook... todos se preocupaban por el, eso le hizo llorar un poco. Siempre pensó que estaba solo, que no le importaba a nadie, pero se equivocaba, algo tan gordo como eso le hizo abrir los ojos. Decenas de personas se interesaban por él, se preocupaban y le ofrecían ayuda.
Tras terminar el parte amistoso el conductor se despidió de el pues tenía que terminar su ruta y dejó al hibrido en el camino, esperando la llamada de su padre.
Encendió la radio, puso su música, abrió el netbook y se puso a leer unos relatos que tenía guardados. Una vez se volvió a analizar el cuerpo, ni una sola herida, ni una sola magulladura, estaba intacto. En cierta manera se sentía mal por salir ileso, si hubiese tenido una fractura, una cicatriz, algo que le hubiese obligado a parar, pensaba que habría aprendido mejor la lección.
Finalmente su móvil sonó, era su padre. Le explicó la situación y le pidió instrucciones, su padre, lejos de estar enfadado, le dijo lo que tenía que hacer. Llamó a la aseguradora, pidió una grúa y espero pacientemente.
Tras una larga hora la grúa llegó, el conductor, otro humano, bajó y le pidió al joven si podía arrancar el coche para subirlo. Ese lo hizo y tras unos contratiempos llevó el coche con el hibrido hacia el taller más cercano a su casa.
El conductor, al verlo tan robótico, inexpresivo, quiso entablar conversación sin presionar al chico, cosa que le ayudó mucho. Estuvieron charlando y bromeando, pese al accidente el joven no había perdido su humor. El conductor de la grúa le animó mucho y le hizo sentirse mejor, pero a medida que se acercaban a casa el joven se entristecía, no quería mirar a sus padres a la cara.
Una vez llegaron al taller su padre le esperaba impaciente, el joven se esperaba una reprimenda, la deseaba, pero no fue así.
-Que, ¿tenías hambre y decidiste comer camión?-Le bromeó mientras le abrazaba.
Poliou lagrimeó, no se esperaba esa reacción por parte de su padre, actuaba como si no hubiese pasado nada, pese a que era consciente del coste económico tan elevado que eso supondría para ellos.
Poliou no sabía qué hacer o decir, seguía cabizbajo mientras descargaban el coche y lo dejaban en el taller. Eran cerca de las 3:30 y su padre trató de animarlo de camino a casa. No lo logró mucho, Poliou solo quería ser castigado por tal estupidez.
Al llegar a casa esperó que su madre le reprimiera, pero tampoco fue así, le abrazo, y le llenó de mimos, cosa que desconcertó aun mas al hibrido, casi sin articular palabra se fue directo a la cama, no tenía hambre, quería descansar, descansar lo que no había descansado, lo que debería de haber descansado para evitar el accidente…
Pasó las horas en la cama llorando, sollozando, se sentía la peor mierda del mundo por lo que había sucedido, él era el único culpable y no era culpado, su teléfono sonó, era su jefa.
-Poliou! ¡Que me he enterado ahora mismo! ¡¿Cómo te encuentras?!-Preguntó muy preocupada.
-Bien, tranquila, mañana iré a trabajar.-Le respondió yendo directo al grano.
-Joder, macho, que no te llamaba para eso, quería saber si te encontrabas bien hombre, ¿por quién me has tomado?
-No, tranquila, estoy bien, no os preocupéis…
-Bueno… espero que te recuperes, tenemos trabajo por aquí, descansa.
La jefa colgó, dejando dormir al traumado joven. Se pasó toda la tarde en la cama, tapado en la oscuridad, llorando, sollozando. En mitad de la tarde su madre entró viéndolo llorar, le tranquilizó y le brindó todo su apoyo y el amor que solo una madre puede dar.
Poliou la abrazó fuerte y le lloró en la espalda, con algo más de ánimos decidió beber algo e intentó cenar. No fue gran cosa pero algo es algo. Se fue a dormir pronto, quería estar descansado para el martes.
La alarma lo despertó, se duchó pero no sabía cómo ir hacia su trabajo, pensó en el autobús, pero cuando estaba por irse su madre le dio las llaves de su coche, las cuales miró con temor. Su madre le estaba ofreciendo su coche.
Poliou las aceptó sin mostrar su rabia ni su temor, acababa de tener un accidente, ¿cómo podían confiar en el de esa manera?
Poliou arrancó el coche de su madre y, con las manos temblorosas, condujo hasta su trabajo. Allí todos se le acercaron preocupados, pero él no les dejaría preocuparse.
-Eh eh eh, tranquilos, era muy pronto, no había desayunado… El doctor me dijo que me hacía falta una dieta rica en hierro, así que pensé… ¿Que mejor comida que un camión?-Dijo riéndose de su suerte. Era muy consciente de que si el accidente lo hubiese tenido con cualquier otro coche que no fuese ese mercedes 190D ahora no estaría ileso. Le debía la vida a su coche.
El tiempo pasó, Poliou siguió como si nada hubiese pasado pese a todo, su humor no había cambiado, su personalidad tampoco, su rendimiento tampoco, tan solo seguía teniendo miedo a conducir, pero como sabia que lo necesitaba hacer para seguir con su trabajo, lo hacía.
La relación con ese lobo terminó, pero no habían rencores, quedaron como hermanos furros, muy buenos amigos. Eso no desanimó al joven que siguió entablando contacto con todos aquellos que se preocuparon con él y ayudando a todo el mundo como antes.
Lo siguiente que le dolió fue saber que su padre le había pagado las reparaciones de su coche. Eso fue mucho para él, no lo soportaba, pese a que sabía que si él lo afrontaba económicamente hablando tendría problemas en el futuro, pero era lo que merecía por haberlo provocado, su error, su enmendación.
El rencuentro con su coche no fue muy traumático, arrancó y acarició el volante. Se disculpó con el coche y salió del taller directo al trabajo. Donde todo volvió a ser como antes.

Gracias a todos los que se preocuparon por mi, y os repito que estoy bien, no os preocupeis. no quiero que se monten dramas en esta submision.
Abajo esta la historia 100% real de mi accidente, es algo que tengo que afrontar, no subo este escrito para que sea leido, lo subo para que no caiga en el olvido, de lo que una vez me pasó y que debo de recordar.
Era un verano Poliou no daba abasto, estar como segundo de cocina era una gran responsabilidad a sus dieciocho años. En pleno verano el trabajo en un restaurante a segunda línea de playa de un pueblo turístico como Cambrils significaba la extenuación y el 200% de tu rendimiento.
Pero Poliou solo tenía una cosa en la cabeza que le hacía permanecer en pie y con esa responsabilidad, un lobo que vivía a 400 km suyo. Siempre alegre y sin perder la sonrisa, Poliou trabajaba a destajo por un sueldo de mierda en comparación a las horas que echaba.
Sus compañeros de trabajo apreciaban su optimismo pese a su pesimismo, siempre fue una persona contradictoria, ya lo podía ver todo negro para sí mismo que siempre tenía unas palabras de aliento para sacar de cualquier problema a cualquiera de ellos. Pero no de los suyos propios.
Los días pasaban y lo único que lo mantenía con ganas era la promesa de volver a ver a su amado un día de estos y Poliou sabía que eso sería pronto. Llevaba una semana planeando esto, compró un peluche de pantera negro y le dijo al lobo que le llegaría el lunes una sorpresa por correo. Lo que el lobo no sospechaba es que el propio Poliou era el mensajero.
El lobo sabía el horario de Poliou: trabajando todos los días con solo dos tardes libres a la semana, tiempo imposible para verse cara a cara. Pero Poliou quiso que eso cambiara, casi suplicándole a su jefa le pidió el lunes entero para poder coger el coche y verle, no sabía del grave error que estaba cometiendo.
Poliou siempre fue una persona autodestructiva que lo daba todo por todos a raíz de los constantes malos tratos que recibió de cachorro en la escuela, tanto físicos como psicológicos, aunque en su mayor parte eran de estos últimos y de su primer gran amor, quien hizo tambalear los cimientos de su bisexualidad, quien resultó solo estar jugando con los sentimientos de aquel chico que solo quería ser feliz.
Su cuerpo no le importaba, los jefes le pedían que hiciera turnos de 16 horas la semana antes de ese fatídico día y este aceptaba encantado sin perder la sonrisa, ni las ojeras a pesar de saber de antemano que si había trabajo no habría descansos a comer ni le pagarían esas horas de más.
Y así fue, de martes a domingo trabajó 16 horas diarias, de 10 de la mañana a dos de la mañana como mínimo. Eran cuatro en la cocina y no eran suficientes para la friolera de casi 400 personas diarias en un restaurante de tapas. El lunes se acercaba y Poliou estaba radiante por lo que estaba por venir. El domingo pidió irse un poco antes para que le diese tiempo a descansar pero no fue posible, de tanto trabajo que hubo salió a las dos y llegó a casa a las 2:30.
Todo feliz, agarró su móvil y se puso la alarma a las 6 AM, iba a dormir tres horas para hacer un viaje de cuatro horas en su coche. Pero al mirar el peluche sonrió pensando el motivo por el que lo hacía. Conociendo a su lobo a las 10 y media se comenzaría a despertar y a esa hora es a la que aparecería en su casa. O eso quería creer.
Somnoliento apagó la alarma y saltó de su cama para ducharse, tomar un zumo y salir hacia allí. Cogió una mochila con comida, te verde, el peluche y una botella de aceite para masajear a su lobo y bajó el ascensor. Aun no había amanecido cuando preparó todo y arrancó el coche. Estaba agotado, pero solo pensaba en llegar a los brazos de su lobo.
Pasaron los minutos, los quilómetros y el paisaje se movía impasible al paso de su antiguo mercedes. Dejó Cataluña atrás y siguió bajando, cada segundo que pasaba estaba más cerca de su amado. Pero más cerca del agotamiento y su cuerpo le avisaba dando cabezadas contra el volante.
-Agr… me duermo…-Se decía mientras se frotaba los ojos y subía y bajaba las ventanillas para mantenerse ocupado y no dormirse.-En valencia pararé media hora…
Faltaba cosa de 30 km de valencia cuando sucedió. Al ir a adelantar un camión se quedó dormido. Inevitablemente el coche hizo colisión contra el camión en la autopista, provocando que el lado derecho del coche se hiciera trizas y salpicando de cristales la cara del joven conductor, quien se despertó al momento en estado de shock. El tiempo se detuvo durante ese instante, vivir o morir en una fracción de segundo, en una buena o mala reacción. Un intenso aroma proveniente del campo, la polución de los coches y el olor del suyo propio le inundó la nariz y reaccionó dando un volantazo que hizo que sus ruedas derraparan y el coche saliese sin control de debajo del camión, agarró firmemente el volante y dio un volantazo en la dirección inversa del primero para estabilizar el coche, luego un pequeño giro para dejarlo completamente asegurado, puso las luces de emergencia y paró el coche en el arcén.
Del shock estuvo unos segundos en el volante negándose lo ocurrido, las lágrimas no salían, pero lo deseaba. Salió del coche asustado y asombrado, los daños habían sido menores, pero lo que más le dolía era ver esa pantera llena de cristales rotos, tan rotos como los planes que tenia con su lobo.
El conductor del camión tocó su bocina y le mostró un chaleco reflectante a través de su cabina, haciéndole recordar que el no llevaba el suyo. Se acercó a su asiento, abrió la puerta y agarró su chaleco reflectante. Lo abrió y se lo puso.
El conductor del camión bajó a mirar si el joven hibrido se encontraba bien, si se había hecho algo de gravedad, pero se alivió al ver que el joven estaba bien. Era un humano de mediana edad.
-¿Estás bien? ¿Qué te ha pasado? ¿Has tomado algo?-Preguntaba preocupado el señor.
-N-no he tom-mado nada… S-señor…-Decía tembloroso.-M-me dormí a-al volante… oh…dios… lo siento mucho, yo no…
-Tranquilo, acompáñame atrás, tranquilízate, todo está bien.-El humano agarró su triangulo de precaución y lo puso a diez pasos de la zona del accidente. Se dio la vuelta para mirar que solo tenía un rasguño en la esquina inferior izquierda, donde había impactado el mercedes.
Poliou sollozaba e hiperventilaba un poco. Agarró su botella de té y le dio un trago. Seguía negándose lo ocurrido, se odiaba. Tanto tiempo planeando esto para echarlo a perder en un segundo.
-¿Estás bien? Has tenido mucha suerte, ¿el coche te arranca? Tenemos que salir de la autopista, a unos metros hay una salida, tomaremos esa y allí haremos el parte.
-S-si…-Poliou se metió en el coche, lo arrancó sin problema y lentamente de fue hacia la salida, se metió en un camino de tierra y apagó el motor de nuevo.
Se odiaba, mil cosas pasaban por su cabeza: Sus padres le matarían por esto, confiaban en él y el les había fallado, ya no podría ver a su lobo, iba a preocupar a mucha gente, no podía fallar a los de su trabajo… Y todas ellas le entristecían.
Hizo una foto a su coche y la subió a facebook para dar a conocer que había tenido un problema pero que estaba bien, su error fue grave pues sobre preocupó a mucha gente, cosa que su intención era dar a entender que si podía hacer esa foto se encontraba en perfecto estado.
Mientras el señor preparaba los datos el joven llamó a su lobo para disculparse, el lobo, somnoliento, le contestó de mala gana pero preocupado por los sollozos de su amante.
El lobo le recriminó la estupidez que había cometido aunque le hubiese hecho ilusión, su vida era más importante que verse un día, tenía que descansar, terminó colgándole algo enfadado pero no dejó de mandarle whatsapps para saber cómo se encontraba.
A la siguiente persona que llamó fue a su padre, reiteradas veces pues este no lo cogía. Finalmente cogió fuerzas y llamó a su madre, no sabía cómo decírselo, sollozaba sin llorar, le faltaba el aire, le temblaba el pulso y la voz.
-Mami… lo siento… me he dormido al volante y me he estampado contra un camión, estoy bien, pero no logro localizar a papi… por favor, ¿puedes decirle que me llame? Te contaré cuando llegue a casa… lo siento…-El joven colgó sin dejar hablar a su madre mientras múltiples avisos le llegaban al móvil.
Mensajes, llamadas, comentarios de facebook... todos se preocupaban por el, eso le hizo llorar un poco. Siempre pensó que estaba solo, que no le importaba a nadie, pero se equivocaba, algo tan gordo como eso le hizo abrir los ojos. Decenas de personas se interesaban por él, se preocupaban y le ofrecían ayuda.
Tras terminar el parte amistoso el conductor se despidió de el pues tenía que terminar su ruta y dejó al hibrido en el camino, esperando la llamada de su padre.
Encendió la radio, puso su música, abrió el netbook y se puso a leer unos relatos que tenía guardados. Una vez se volvió a analizar el cuerpo, ni una sola herida, ni una sola magulladura, estaba intacto. En cierta manera se sentía mal por salir ileso, si hubiese tenido una fractura, una cicatriz, algo que le hubiese obligado a parar, pensaba que habría aprendido mejor la lección.
Finalmente su móvil sonó, era su padre. Le explicó la situación y le pidió instrucciones, su padre, lejos de estar enfadado, le dijo lo que tenía que hacer. Llamó a la aseguradora, pidió una grúa y espero pacientemente.
Tras una larga hora la grúa llegó, el conductor, otro humano, bajó y le pidió al joven si podía arrancar el coche para subirlo. Ese lo hizo y tras unos contratiempos llevó el coche con el hibrido hacia el taller más cercano a su casa.
El conductor, al verlo tan robótico, inexpresivo, quiso entablar conversación sin presionar al chico, cosa que le ayudó mucho. Estuvieron charlando y bromeando, pese al accidente el joven no había perdido su humor. El conductor de la grúa le animó mucho y le hizo sentirse mejor, pero a medida que se acercaban a casa el joven se entristecía, no quería mirar a sus padres a la cara.
Una vez llegaron al taller su padre le esperaba impaciente, el joven se esperaba una reprimenda, la deseaba, pero no fue así.
-Que, ¿tenías hambre y decidiste comer camión?-Le bromeó mientras le abrazaba.
Poliou lagrimeó, no se esperaba esa reacción por parte de su padre, actuaba como si no hubiese pasado nada, pese a que era consciente del coste económico tan elevado que eso supondría para ellos.
Poliou no sabía qué hacer o decir, seguía cabizbajo mientras descargaban el coche y lo dejaban en el taller. Eran cerca de las 3:30 y su padre trató de animarlo de camino a casa. No lo logró mucho, Poliou solo quería ser castigado por tal estupidez.
Al llegar a casa esperó que su madre le reprimiera, pero tampoco fue así, le abrazo, y le llenó de mimos, cosa que desconcertó aun mas al hibrido, casi sin articular palabra se fue directo a la cama, no tenía hambre, quería descansar, descansar lo que no había descansado, lo que debería de haber descansado para evitar el accidente…
Pasó las horas en la cama llorando, sollozando, se sentía la peor mierda del mundo por lo que había sucedido, él era el único culpable y no era culpado, su teléfono sonó, era su jefa.
-Poliou! ¡Que me he enterado ahora mismo! ¡¿Cómo te encuentras?!-Preguntó muy preocupada.
-Bien, tranquila, mañana iré a trabajar.-Le respondió yendo directo al grano.
-Joder, macho, que no te llamaba para eso, quería saber si te encontrabas bien hombre, ¿por quién me has tomado?
-No, tranquila, estoy bien, no os preocupéis…
-Bueno… espero que te recuperes, tenemos trabajo por aquí, descansa.
La jefa colgó, dejando dormir al traumado joven. Se pasó toda la tarde en la cama, tapado en la oscuridad, llorando, sollozando. En mitad de la tarde su madre entró viéndolo llorar, le tranquilizó y le brindó todo su apoyo y el amor que solo una madre puede dar.
Poliou la abrazó fuerte y le lloró en la espalda, con algo más de ánimos decidió beber algo e intentó cenar. No fue gran cosa pero algo es algo. Se fue a dormir pronto, quería estar descansado para el martes.
La alarma lo despertó, se duchó pero no sabía cómo ir hacia su trabajo, pensó en el autobús, pero cuando estaba por irse su madre le dio las llaves de su coche, las cuales miró con temor. Su madre le estaba ofreciendo su coche.
Poliou las aceptó sin mostrar su rabia ni su temor, acababa de tener un accidente, ¿cómo podían confiar en el de esa manera?
Poliou arrancó el coche de su madre y, con las manos temblorosas, condujo hasta su trabajo. Allí todos se le acercaron preocupados, pero él no les dejaría preocuparse.
-Eh eh eh, tranquilos, era muy pronto, no había desayunado… El doctor me dijo que me hacía falta una dieta rica en hierro, así que pensé… ¿Que mejor comida que un camión?-Dijo riéndose de su suerte. Era muy consciente de que si el accidente lo hubiese tenido con cualquier otro coche que no fuese ese mercedes 190D ahora no estaría ileso. Le debía la vida a su coche.
El tiempo pasó, Poliou siguió como si nada hubiese pasado pese a todo, su humor no había cambiado, su personalidad tampoco, su rendimiento tampoco, tan solo seguía teniendo miedo a conducir, pero como sabia que lo necesitaba hacer para seguir con su trabajo, lo hacía.
La relación con ese lobo terminó, pero no habían rencores, quedaron como hermanos furros, muy buenos amigos. Eso no desanimó al joven que siguió entablando contacto con todos aquellos que se preocuparon con él y ayudando a todo el mundo como antes.
Lo siguiente que le dolió fue saber que su padre le había pagado las reparaciones de su coche. Eso fue mucho para él, no lo soportaba, pese a que sabía que si él lo afrontaba económicamente hablando tendría problemas en el futuro, pero era lo que merecía por haberlo provocado, su error, su enmendación.
El rencuentro con su coche no fue muy traumático, arrancó y acarició el volante. Se disculpó con el coche y salió del taller directo al trabajo. Donde todo volvió a ser como antes.
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buff, dormirse al volante por cansancio es muy malo
me acuerdo yo, que bajaba con mi madre en el coche desde la rioja hasta barcelona por un asunto importante que teníamos que resolver; de bajada todo era muy bien, ni un pequeño descuido ni nada. Lo malo fue de vuelta. Mi madre se durmió por unos segundos y notó que el coche se le iba, eso le hizo reaccionar a tiempo por suerte; por fortuna, no tuvimos un accidente y no hay que lamentar daños y pudimos parar en una área de servicio a descansar. Pero el dormirse, no fue cerrando los ojos sino que se durmió con los ojos abiertos por unos nanosegundos que notó al coche irse hacia un lado.
pero menos mal, que no te pasó nada grave a ti, Poli
me acuerdo yo, que bajaba con mi madre en el coche desde la rioja hasta barcelona por un asunto importante que teníamos que resolver; de bajada todo era muy bien, ni un pequeño descuido ni nada. Lo malo fue de vuelta. Mi madre se durmió por unos segundos y notó que el coche se le iba, eso le hizo reaccionar a tiempo por suerte; por fortuna, no tuvimos un accidente y no hay que lamentar daños y pudimos parar en una área de servicio a descansar. Pero el dormirse, no fue cerrando los ojos sino que se durmió con los ojos abiertos por unos nanosegundos que notó al coche irse hacia un lado.
pero menos mal, que no te pasó nada grave a ti, Poli
jajaja, en primera yo tengo mucho hierro en mi organismo xD
unos amigos mios, rumanos, SI que lo pasaron muy mal. Tuvieron un fuerte accidente con el coche que casi les quita la vida, por suerte no fue así; mi amigo tuvo que estar con una faja en todo el torso en el exterior por un tiempo y su mujer tenía el brazo en cabestrillo. Dijeron, que volvieron a nacer después de aquello y de milagro salvaron la vida pero con terribles consecuencias físicas y creo que hablamos de tres cuartos de lo mismo: agotamiento al volante, reflejos lentos y demás que te inducen a la distracción y a dormirte al volante y crash! accidente al canto.
unos amigos mios, rumanos, SI que lo pasaron muy mal. Tuvieron un fuerte accidente con el coche que casi les quita la vida, por suerte no fue así; mi amigo tuvo que estar con una faja en todo el torso en el exterior por un tiempo y su mujer tenía el brazo en cabestrillo. Dijeron, que volvieron a nacer después de aquello y de milagro salvaron la vida pero con terribles consecuencias físicas y creo que hablamos de tres cuartos de lo mismo: agotamiento al volante, reflejos lentos y demás que te inducen a la distracción y a dormirte al volante y crash! accidente al canto.
recordar este tipo de cosas siempre es duro, pero te hacen mas fuerte y mas sabio, ya sabes lo que dicen: "lo que no mata engorda" ... no, creo que ese no era e,e ... "what doesn't kill you makes you stronger" (lo puse en inglés porque todos conocemos esa canción y así parezco mas pro (?)) XD fuera tonterías, nos diste un buen susto a todos, pero me alegro mucho de que te vayan bien las cosas y de ver que lo vas superando. No te desanimes y sigue adelante ^^
Yo tambien traté de aconsejarle...Simplemente él sabe que me tiene como apoyo diario y que cuando necesite ayuda...sabe que me tiene a su lado cuando él lo requiera, es cuestión, cómo tu dices de que él mismo avance y lo supere, lo único que está en mi zarpa es mi apoyo y amor incondicional.
Igualmente, tuya fue la idea, yo sabía que eso le ayudaría. Así que igualmente, te doy las gracias.
Igualmente, tuya fue la idea, yo sabía que eso le ayudaría. Así que igualmente, te doy las gracias.
Debió serte muy traumático, yo si hubiera estado en tu situación hubiera perdido el conocimiento...O me habría puesto extremadamente alterada...
Te entiendo. Tuvo que ser muy duro, puede que yo no haya conducido nunca, jamás sabré qué se siente al volante hasta que lo esté, por eso me es complicado, pero sé ponerme en tu lugar. Y entiendo todos los porqués.
Espero que escribirlo te haya ayudado a dar un pasito más hacia la superación, amor. Lo qué mas me alegra, es ver que todos te quieren, que tienes una familia maravillosa que te apoya en todo, que tu entorno está contigo.
Y sobretodo, que estás vivo, porque si no lo estubieras, jamás habría estado contigo y....meh, dejemos de melodramas y de llantos y lagrimeos tontos de emoción....Te quiero, y sé que poco a poco afrontarás la situación...Aunque estoy con redo. ERES UN BOBO
Te entiendo. Tuvo que ser muy duro, puede que yo no haya conducido nunca, jamás sabré qué se siente al volante hasta que lo esté, por eso me es complicado, pero sé ponerme en tu lugar. Y entiendo todos los porqués.
Espero que escribirlo te haya ayudado a dar un pasito más hacia la superación, amor. Lo qué mas me alegra, es ver que todos te quieren, que tienes una familia maravillosa que te apoya en todo, que tu entorno está contigo.
Y sobretodo, que estás vivo, porque si no lo estubieras, jamás habría estado contigo y....meh, dejemos de melodramas y de llantos y lagrimeos tontos de emoción....Te quiero, y sé que poco a poco afrontarás la situación...Aunque estoy con redo. ERES UN BOBO
Todos estamos con Redo XD
Y si, tu familia y tus amigos siempre te apoyaran en todo lo que te pase
Yo dudo que conduzca un coche en mi vida, pero me imagino que tubo que ser duro, estamos todos para animarte y para ayudarte a mirar hacia delante, no dejes que algo asi te coma el coco
Y si, tu familia y tus amigos siempre te apoyaran en todo lo que te pase
Yo dudo que conduzca un coche en mi vida, pero me imagino que tubo que ser duro, estamos todos para animarte y para ayudarte a mirar hacia delante, no dejes que algo asi te coma el coco
A mi de pequeño cuando tenia 5 años o algo asi mientras iba con mi padre enel.cohe en el.cruze del bulevar de Valencia con el carril.bus nos arroyo un autobus .... La verdad es qur el susto fue acohonante pero lo pase rapido no me paso nada solo algunoa cortes en la.cara pr los cristales. Aun aasi animo con esto ya nos veremos.
Y recuerdalo...Sabes que me tienes y me tendrás a tu lado en todo momento, que te quiero, que te adoro que te amo, que jamas dejaría que te sucediera nada malo...No dejaré jamás que pierdas la vida, al menos no mientras yo esté junto a tí. No dejaré que vuelva a pasar nada similar.
Sabes que estoy aquí para todo lo que necesites...Y sí, lo siento, soy demasiado empática, sentimental...y voy a ser muy sobreprotectora contigo...Solamente cuando crea conveniente, sé que sobrepasarse es malo ^///u///^
Te adoro cielo...Animos y sé muy fuerte *lo apachurra muy fuerte*
Sabes que estoy aquí para todo lo que necesites...Y sí, lo siento, soy demasiado empática, sentimental...y voy a ser muy sobreprotectora contigo...Solamente cuando crea conveniente, sé que sobrepasarse es malo ^///u///^
Te adoro cielo...Animos y sé muy fuerte *lo apachurra muy fuerte*
Lo vi ayer cuando lo posteaste, pero hasta ahora no he podido comentar.
Lo primero. Un coche es solo un trozo de hierro hierro y cada dia fabrican un montón y la chapa se arregla con dinero. Jode que igual cuesta lo que ganas en una semana o lo que ganas en 10 años, pero se arregla. Nadie resultó herido, y es muy posible que dentro de 10 años trabajes con el coche y gracias a este incidente te quedes a dormir en un hotel y evites que te pase lo mismo pero con consecuencias graves.
Además, algo que se mueve en tu misma dirección es lo más blando que podías encontrar. Mejor que un poste o alguien en dirección contraria. Y "elegiste" alguien lo bastante grande para no hacerle perder el control a él. Enhorabuena también por la buena gente que encontraste, tanto el transportista como el gruero :D
Hablando de terapias y de la reacción de tu familia, contando que ha pasado tiempo y la cosa está más fría. ¿Has pensado en preguntarles directamente porqué no se enfadaron? Sospecho que como todo el mundo ellos podrán contarte que tuvieron su pequeña historia en que también pensaron que sus padres iban a materles y sabían como te sentirías por ello cuando llegaras :)
En cualquier caso, sentarse y comentar tranquilamente estas cosas en una sobremesa y que los demás te muestren que les pasó lo mismo siempre resulta catartico.
Lo primero. Un coche es solo un trozo de hierro hierro y cada dia fabrican un montón y la chapa se arregla con dinero. Jode que igual cuesta lo que ganas en una semana o lo que ganas en 10 años, pero se arregla. Nadie resultó herido, y es muy posible que dentro de 10 años trabajes con el coche y gracias a este incidente te quedes a dormir en un hotel y evites que te pase lo mismo pero con consecuencias graves.
Además, algo que se mueve en tu misma dirección es lo más blando que podías encontrar. Mejor que un poste o alguien en dirección contraria. Y "elegiste" alguien lo bastante grande para no hacerle perder el control a él. Enhorabuena también por la buena gente que encontraste, tanto el transportista como el gruero :D
Hablando de terapias y de la reacción de tu familia, contando que ha pasado tiempo y la cosa está más fría. ¿Has pensado en preguntarles directamente porqué no se enfadaron? Sospecho que como todo el mundo ellos podrán contarte que tuvieron su pequeña historia en que también pensaron que sus padres iban a materles y sabían como te sentirías por ello cuando llegaras :)
En cualquier caso, sentarse y comentar tranquilamente estas cosas en una sobremesa y que los demás te muestren que les pasó lo mismo siempre resulta catartico.
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