
Pues he aqui el primer escrito terminado de todos los request que me hicieron, la historia la pidió
deezulfurment sobre su fursona en vampiro. Espero que disfruten.
La noche caía en Nueva Orleans, un conejo de complexión fina salía del bar donde trabajaba a eso de la 1 de la mañana. Había sido un día ajetreado, pero su trabajo de camarero le hacía conocer a gente nueva, y eso, para un soltero como él, era siempre un posible inicio. Esta vez se había fijado en un zorro, no sabía si era su pelaje grisáceo tan fuera de lo común o esos ojos rojo sangre pero casi al momento de verle sintió deseos de que ese vulpe lo montara, pero desapareció tan rápido como entró. Sacudió la cabeza para quitarse la imagen de la cabeza y siguió su camino.
Era una noche de luna llena, la cual iluminaba cada rincón de la ciudad y dejaba en una completa penumbra otras. Su casa estaba casi a media hora caminando pero disfrutaba la caminata nocturna que se hacía casi a diario. El aire fresco de la noche, las estrellas en el firmamento y esa hermosa luna llena que le daba un toque sexy a su pelaje al jugar con luces y sombras.
Estaba contento y pensaba en que gastarse la propina de ese maravilloso día, tal vez un poco de ropa, tal vez un libro, tal vez un viaje… Pero aun tenía tiempo para pensar y caminaba feliz hacia su casa, pero algo no encajaba.
Sentía unos escalofríos y se estaba emparanoiando de que le seguían. Se dio la vuelta, pero lo único que había era una serie de farolas iluminando una calle vacía. La sensación de incertidumbre no desaparecía, así que aligeró el paso. No sabía de dónde provenía esa sensación pero su instinto le gritaba que saliese por patas. Pero al cruzar una esquina chocó contra alguien, tropezó y cayó al suelo de culo.
-Auch…-Dijo mientras se rascaba el culo y miraba contra lo que había impactado con algo de miedo.
-Ten un poco de cuidado por dónde vas.-Dijo el mismo zorro de ojos rojos y pelaje gris.- ¿Te encuentras bien?-Dijo sonriendo mientras le tendía la pata, mostrando unos afilados colmillos que sobresalían de sus pequeños incisivos y sus colmillos caninos.
-S-Si…-Le dijo algo sonrojado.
El zorro vestía unos tejanos y una camiseta negra con un dibujo algo abstracto, llevaba un collar azulado con una chapita que rezaba “Dysul”.
-¿Que hace una belleza como tú a estas horas por la calle? ¿No sabes que es peligroso?-Le dijo mientras le ayudaba a levantarse.
-No, tranquilo, este camino lo hago normalmente al salir de trabajar.-Dijo sonrojado completamente. Esos ojos rojo sangre le tenían completamente embobada.
-Es peligroso que vayas solo, sin nadie que te acompañe.-Dijo mirándola directamente a los ojos.
-S-si… un poco…-Dijo sonrojándose, no sabía que le estaba pasando, pero ese tal Dysul le estaba dejando embobado y los deseos volvían a aflorar.
Fueron caminando juntos sin mirarse durante un buen rato, hasta que unas sombras pasaron por encima de los dos. El conejo, llamado Pol, se asustó y miró hacia Dysul, quien miraba hacia arriba frunciendo el hocico como con rabia.
-¿P-pasa algo? Llevo un buen rato sintiendo que me perseguían.-Dice mientras se aferraba al brazo del zorro de pelaje níveo.-T-tengo miedo…
El vulpe sonrió maliciosamente sin que el conejo se diera cuenta y le llevó a paso rápido torciendo por el parque para que las sombras que les perseguían por los edificios no lo tuvieran tan fácil.
-Por aquí.-Dijo mientras giraba hacia el claro.-Si vamos al aire libre no podrán usar el factor sorpresa.
-¿Quienes?-Dijo algo preocupado.
-Vampiros.-Dijo completamente serio mirando hacia el cielo.
El conejo estaba asustado, pero intrigado, había leído miles de libros sobre vampiros y por fin vería definitivamente uno.
-¿Quie… quien eres?-Dijo con cierto temor a saber la verdad.
-Tan solo un cazador.-Dijo con una sonrisa que tranquilizó a Pol y ocultaba sus verdaderas intenciones.
Dysul no mentía al decir que era cazador, pero no de vampiros, el mismo era uno de ellos, pero odiaba que los demás le quitaran su carne fresca. Su naturaleza le hacía incapaz de beber donde ya otros habían comido o compartir el sabor de el primer bocado. Si querían esa presa tendrían que pasar por encima de él.
Pasaron los minutos y no había un solo movimiento, parecía que los habían despistado o al menos se habían ido. Pero el zorro sabia que seguían ahí, podía notar la sed de sangre en el aire, además que todo vampiro sabe esperar a su presa, como él estaba haciendo.
-Veamos….-Pensó mientras miraba por todas partes.-Uno… -Siguió mirando girando su cabeza hacia el otro lado.-Dos… -Se dio la vuelta seguido de Pol, quien le agarraba aterrado el brazo.-Dos.-Terminó de pensar.-Cuando te diga corre hacia allí.-Dijo señalando con la cabeza unos arbustos pero con el dedo señalando un camino.
-S-si…-Contestó.
-¡Ya!
Como esperaba, los vampiros vieron el gesto de la cabeza y se prepararon para emboscar el sitio equivocado, pero para cuando se dieron cuenta ellos ya habían salido por el camino. Siguieron corriendo por la ciudad hasta que decidieron tratar de despistarlos por los callejones que Nueva Orleans les ofrecía. Pero llegaron a un callejón sin salida.
-Mierda…-Dijo a la par que se giraba para atrás y veía las figuras pálidas de un coyote y un gato, cada uno apoyado victorioso en cada una de las paredes que el callejón ofrecía.
-A esto le llamo yo comida rápida.-Dijo el gato sonriendo y mostrando sus largos colmillos.
-Si… A mí me parece que es más saludable de lo que dicen por ahí.-Le siguió el coyote, acercándose paso a paso.
Dysul se puso delante del conejo, quien estaba de rodillas temblando en el suelo. Pol le miró a los ojos y se volvió a tranquilizar, no sabía que tenía ese zorro que al mirar sus ojos rojo sangre le tranquilizaba, claramente, sus poderes de vampiro.
-No le vais a tocar un pelo.-Dijo mientras enseñaba sus garras.
-¿Ah sí? ¿Y quién me lo va a impedir?-Dijo confiado el coyote.
-¿En serio no me reconocéis? Mh… Debéis de ser jóvenes.-Dijo con una sonrisa.
-Acabamos de llegar de Europa, chaval, y tenemos hambre…
-Así que tú y tu novio vais a ser nuestra cena.-Dijo el gato mientras arrancaba a toda velocidad hacia el zorro con cara de maniaco, pero el zorro dio una patada supersónica en sus costillas que le hizo volver rodando hacia donde había salido.
-¿Quién demonios…?-Dijo asombrado el coyote.
-Os dije, que no tocaríais un pelo al chico. -Volvió a decir con una sonrisa a la par que el gato se levantaba tosiendo.
-Vamos, danos al chico, es un dos contra uno, no tienes nada que hacer. Seguramente has escuchado de nosotros, los hermanos Chucter de Rumania.-Dijo el coyote mientras se apoyaba en la espalda de su hermano felino.
-Oh… que bonito… si tienen pose y todo, enternecedor… me dan ganas de echar una bola de pelo, pero no, no soy un gato.-Dijo mientras se miraba las garras.
-Vas a lamentar tus mofas zorrito.-Dijo el coyote al lanzarse al ataque.
-Para tu información…-Dijo mientras le miraba acercarse.-Zorrito es un mote que no me gusta.-Prosiguió al darle un rodillazo en la barriga, del cual se protegió. -Llámame Dysul, Dysul Furment.-Terminó mientras le agarraba del cuello y lo lanzaba hacia el gato, quien lo cogió al aire.
-Furment… -musito para sí mismo. – ¿Donde he oído yo ese apellido?-Se preguntaba el gato.
-Maldito cachorro arrogante.-Dijo gruñendo el coyote.-Tengo ciento cincuenta y tres años y mi hermano casi llega a los dos cientos, tenemos ya experiencia en cachorros de veinte como tú.
-¿Cachorro? –Empezó a reír el Furment. – Por dios… que me convirtieran a los 19 no significa que aun los conserve. ¿Sois tan mancos que no podéis oler a uno de vuestra especie y reconocerlo?
-¿Tú también…?-Dijo ligeramente asustado el conejo, llevándose las patas a la boca.
-Exacto, pero sigue en pie eso de que no te tocarán un pelo.-Le dijo mirándolo de nuevo a los ojos con una sonrisa, ahora sus poderes vampíricos no funcionaban, pues él lo sabía, pero igualmente se relajó, se había ganado su confianza.
Pronto dejo de ver al conejo para estrellarse contra la pared, haciendo una hendidura profunda en los gruesos ladrillos. Mientras dejó de mirarles los hermanos lanzaron un ataque conjunto a toda velocidad hacia la cara del zorro, que le hizo volar hacia ahí.
-Mucha habladuría y poca demostración.-Dijo arrogante el coyote mientras el conejo ahogaba un quejido de terror.-Y ahora que tu novio no nos va a molestar…
-Por dios, que no soy su novio.-Dijo mientras salía del agujero.
-T-te hemos pegado entre los dos, ¿cómo que sigues intacto?-Dijo mientras Dysul escupía al suelo.
-Cuando has saludado en persona a Jesucristo, digamos… que adquieres mucha experiencia.
-Que seas más antiguo que nosotros no significa que no te superemos en número.-Dijo confiado mientras su hermano gato se seguía preguntando para sus adentros de donde le sonaba el apellido Furment.
-Me encanta, encima de idiota, engreído. Voy a disfrutar vertiendo tus intestinos centímetro a centímetro.
El coyote volvió a la carga con rabia, ese zorro le estaba sacando de quicio, encima tenía hambre y eso le cabreaba aun más.
Dysul esquivaba o bloqueaba los golpes del canido sin esfuerzo alguno y con una sonrisa en la cara, le apetecía desesperarlo, hacer que se lamentara de lo que estaba haciendo. Como comenzaba a hacerlo el gato.
-Oye… hermano… Creo que deberíamos marcharnos… No sé de qué me suena ese apellido…
-Un Chucter no huye de una pelea si esta ha comenzado.-Dijo gruñendo.
-Oh me sorprende, idiota, arrogante y noble, te daré una muerte rápida por ello.-Dijo mientras le daba en el tobillo, lo desestabilizaba, lo tiraba al suelo y lanzaba su zarpa en dirección a su barriga. El coyote rodó sobre si mismo e hizo que la garra del furment tan solo rasgara pelaje, haciéndole un pequeño corte de pelo.
Al retirar la mano el furment dejó un pequeño agujero con sus garras imprentadas en el suelo. Pol ya estaba tranquilo y feliz, estaba viendo en directo una lucha de vampiros, donde el más fuerte le estaba protegiendo. En su cabeza ya rondaban ideas extrañas sobre ellos dos, se estaba emocionando.
-¿Quien os convirtió?-Dijo con curiosidad.
-El conde Naste.-Dijeron orgullosos ambos al unísono.
-Naste… Naste… Naste… -Musitaba para sí mismo. -Aaahh… Naste… Recuerdo que a él le convertí yo, dios… Sabía que no sería un gran vampiro pero no me imagine que tuviese tan mal gusto a la hora de engendrar a su progenie.
-Ataquemos de nuevo los dos a la vez.-Ordenó el coyote con algo de rabia.
El gato, sin muchas ganas de pelear, corrió junto al coyote en dirección al Furment, saltaron en perfecta sincronía y lanzaron una patada voladora que hizo que Dysul, al cubrirse, retrocediera unos metros, levantando polvo por el derrape.
Una vez hecho esto separó las piernas de ambos, pero el gato pegó una patada circular por detrás de las rodillas del vulpe que dejó a Dysul volando a merced del coyote, quien planeaba un golpe a dos patas a modo de mazo contra el suelo, pero Dysul usó su cola para agarrase al cuello del gato y poder salir del ataque conjunto, haciendo que sus puños terminaran impactando en el suelo y la pierna del vulpe terminara en la quijada del canido con la fuerza suficiente para desestabilizarlo. El gato le agarró de la cola y con una llave de judo lo mandó a volar un metro.
Le encantaba la expresión del gato, temeroso, se olía lo que estaba por venir, por alguna razón ese animal comprendía que estaban en peligro de muerte, pero no alcanzaba a entender sus instintos. En cambio el coyote seguía igual de arrogante, pensando que siendo dos contra uno le podrían ganar.
El gato, de repente, recordó todo lo referente a la familia Furment. El conde Naste, le contó casi después de convertirse en vampiro sobre esa casa. Era una rama principal de vampiros originales, eran vampiros ancestrales, como otras tres casas. Ese clan seleccionaba con sumo cuidado a sus integrantes, proclamando asi una de las estirpes vampíricas mas poderosas y sabias de la historia.
Dysul fue el primer integrante de esa estirpe, ya habia olvidado cuando fue convertido, pero estaba orgulloso de ser el jefe de esa selecta estirpe. Desde su conversión, se entrenó para la supervivencia del futuro clan y no hacía otra cosa que no fuese buscar gente apta para el nombre Furment, pero a medida que pasaba el tiempo veía menos aptitud en los candidatos, la era de oro ya habia pasado. No obstante Dysul si que convertía en vampiros a algunas personas, pero no veía a ninguno capaz de llevar el apellido Furment.
Dysul, el ultimo furment en pie, habia estado viviendo a través de los siglos, a través de los continentes, para cumplir su misión, pero totalmente en vano. Los días como este eran los que mas le gustaban, le sacaban de la monotonía.
EL conejo, ya mas tranquilo miraba por todas partes algún sitio por donde escapar, pero todo era en vano, ese callejón no era mas que un basurero y el pequeño agujero que habia dejado el zorro no llevaba sino a una puerta cerrada con llave.
Dysul sabia que estaban haciendo mucho ruido, demasiado, la policía estaría al caer así que tenia que dejar de jugar y largarse por patas ya mismo. Pero no iba a desperdiciar ese suculento bocado ni esos vampiros le dejarían irse asi por las buenas.
Mientras Dysul cavilaba sobre lo que iba a hacer el coyote se lanzó de nuevo a la carga, estaba decidido a terminarlo ya aprovechando esa distracción. Su hermano, al verlo, se llevó las manos a la cabeza.
-No! Ya recuerdo de que me sonaba la casa Furment!-Dijo el gato haciendo que Dysul sonriera y que el coyote perdiese la concentración.- ¡Es un ancestral! –Al escuchar eso, el coyote empalideció aun mas de lo que su pelaje vampírico mostraba. Ya era demasiado tarde, el coyote le lanzó un arañazo al zorro que tan solo le hizo girones la camiseta. Dysul pegó un rodillazo hacia arriba, levantando al coyote, luego le agarró del cuello y lo estampó contra el muro, dejándolo incrustado en este.
-Ya me estoy cansando de tanto jueguecito, así que empezaré contigo.-Dijo mientras posaba la garra en su estomago.-Soy un hombre de palabra, te voy a derramar los intestinos centímetro a centímetro por el suelo…-Siguió mientras apretaba más fuerte en su cuello.
-¡No!-Gritaba el gato.-Va en contra de las leyes vampíricas el matar a otro vampiro.
-Oh sí, pero adivina quien hizo las leyes… Exacto, ¡nosotros los ancestrales!-Dijo a la par que rajaba de lado a lado la barriga del coyote y le rompía el cuello a la par que le arrancaba la cabeza para que no gritara.
Dysul tiró el cadáver del no muerto al suelo, le seccionó el intestino y a toda velocidad se acercó al gato, quien estaba paralizado del terror. El zorro le ató los intestinos al cuello, luego a las zarpas y de un gancho lo lanzó a volar hacia una farola, dejándolo ahorcado y atado a merced del tiempo, faltaba poco para que se hiciese de día, eso le facilitaba el tener que deshacerse de los cuerpos, pues el sol desharía toda prueba, quería que se desesperara al saber que iba a morir en cuanto saliera el sol, pero como el gato era más inteligente y le había recordado decidió apiadarse y darle una muerte rápida arrancándole el corazón.
-Ugh…-Dijo mientras se arrodillaba al suelo, actuando para que Pol se acercara a él.-Estoy… débil…-Prosiguió.
-Dysul! ¿Estás bien?-Preguntó preocupado el conejo.
-S…si…-Dijo jadeando, le encantaba ver esa expresión al conejo. El zorro quería seguir jugando con el pero el alba estaba por aparecer, no tenía tiempo. –Lo siento… estoy débil… necesito recuperar fuerzas y el sol está por salir…-Dijo tras empujar al conejo contra la pared.
-¿Q-que quieres decir? –dijo totalmente nervioso.
-Que vas a ser mi próximo bocado…-Dijo mientras se acercaba lentamente al cuello del conejo, le encantaba escuchar el grito de terror de aquellos que sabían que iban a morir irremediablemente. Pero el grito que escuchó era completamente diferente… ¿Euforia?
-AAAAAAAAAH!!!!!!!!- Gritó como un histérico.- ¡Me ama! ¡Y necesita de mi sangre! ¡Toma toda la que quieras! ¡Corre! ¡Como salga el sol tu pelaje brillará y sabrán sobre ti! ¡Conviérteme y pasemos toda la eternidad juntos!
El zorro no salía de su asombro, de todos los libros que podía haber leído había leído esos. Dysul no aguantó tanto grito histérico y no se conformó con solo morderle como vampiro, le había mordido como animal, destrozándole tráquea, yugular y aorta para que muriera instantáneamente, luego bebió un poco de sangre.
Por fin había comido, se sentía lleno de fuerza de nuevo, sentía como el calor del ser del que estaba bebiendo inundaba su cuerpo y le hacía sentir, por unos instantes, vivo. Tras ese suculento bocado, se limpió y caminó hacia el final del callejón mirando al horizonte con melancolía, dejando atrás el cuerpo inerte del conejo, que había muerto con una expresión de euforia.
-Oh dios mío… ¿Que fue de los escritores como Ann Rice? Antes los vampiros éramos temidos, respetados, buscados… Ahora, y gracias a Stephenie Meyer, somos cazados… como deseo…
-DYSUUUL!-Escuchó desde los cielos.
Un dragón rojo de vientre amarillo y pelo castaño descendía del cielo en picado hacia él, pero de un batido de alas que levantó muchísimo aire aterrizó sigilosamente en el suelo, luego miró el estropicio del callejón y finalmente le fulminó con la mirada.
-Ya sabía yo que este ruido lo provocabas tu, vienen sirenas hacia aquí, mejor nos largamos, está por amanecer y odio soportar tus quejas por que te molesta el sol y te debilitas. ¿Por qué siempre te metes en estos fregados?
-Anda Drego, no me exageres y vámonos. –Dijo mientras se montaba en los lomos del dragón y este alzaba el vuelo hacia las nubes, desapareciendo de nuevo en estas.
Tal como planeó el vulpe cuando la policía llegó los cadáveres de los hermanos se los comió el sol, dejando tan solo el cuerpo de Pol como uno de los casos sin resolver de Nueva Orleans.

La noche caía en Nueva Orleans, un conejo de complexión fina salía del bar donde trabajaba a eso de la 1 de la mañana. Había sido un día ajetreado, pero su trabajo de camarero le hacía conocer a gente nueva, y eso, para un soltero como él, era siempre un posible inicio. Esta vez se había fijado en un zorro, no sabía si era su pelaje grisáceo tan fuera de lo común o esos ojos rojo sangre pero casi al momento de verle sintió deseos de que ese vulpe lo montara, pero desapareció tan rápido como entró. Sacudió la cabeza para quitarse la imagen de la cabeza y siguió su camino.
Era una noche de luna llena, la cual iluminaba cada rincón de la ciudad y dejaba en una completa penumbra otras. Su casa estaba casi a media hora caminando pero disfrutaba la caminata nocturna que se hacía casi a diario. El aire fresco de la noche, las estrellas en el firmamento y esa hermosa luna llena que le daba un toque sexy a su pelaje al jugar con luces y sombras.
Estaba contento y pensaba en que gastarse la propina de ese maravilloso día, tal vez un poco de ropa, tal vez un libro, tal vez un viaje… Pero aun tenía tiempo para pensar y caminaba feliz hacia su casa, pero algo no encajaba.
Sentía unos escalofríos y se estaba emparanoiando de que le seguían. Se dio la vuelta, pero lo único que había era una serie de farolas iluminando una calle vacía. La sensación de incertidumbre no desaparecía, así que aligeró el paso. No sabía de dónde provenía esa sensación pero su instinto le gritaba que saliese por patas. Pero al cruzar una esquina chocó contra alguien, tropezó y cayó al suelo de culo.
-Auch…-Dijo mientras se rascaba el culo y miraba contra lo que había impactado con algo de miedo.
-Ten un poco de cuidado por dónde vas.-Dijo el mismo zorro de ojos rojos y pelaje gris.- ¿Te encuentras bien?-Dijo sonriendo mientras le tendía la pata, mostrando unos afilados colmillos que sobresalían de sus pequeños incisivos y sus colmillos caninos.
-S-Si…-Le dijo algo sonrojado.
El zorro vestía unos tejanos y una camiseta negra con un dibujo algo abstracto, llevaba un collar azulado con una chapita que rezaba “Dysul”.
-¿Que hace una belleza como tú a estas horas por la calle? ¿No sabes que es peligroso?-Le dijo mientras le ayudaba a levantarse.
-No, tranquilo, este camino lo hago normalmente al salir de trabajar.-Dijo sonrojado completamente. Esos ojos rojo sangre le tenían completamente embobada.
-Es peligroso que vayas solo, sin nadie que te acompañe.-Dijo mirándola directamente a los ojos.
-S-si… un poco…-Dijo sonrojándose, no sabía que le estaba pasando, pero ese tal Dysul le estaba dejando embobado y los deseos volvían a aflorar.
Fueron caminando juntos sin mirarse durante un buen rato, hasta que unas sombras pasaron por encima de los dos. El conejo, llamado Pol, se asustó y miró hacia Dysul, quien miraba hacia arriba frunciendo el hocico como con rabia.
-¿P-pasa algo? Llevo un buen rato sintiendo que me perseguían.-Dice mientras se aferraba al brazo del zorro de pelaje níveo.-T-tengo miedo…
El vulpe sonrió maliciosamente sin que el conejo se diera cuenta y le llevó a paso rápido torciendo por el parque para que las sombras que les perseguían por los edificios no lo tuvieran tan fácil.
-Por aquí.-Dijo mientras giraba hacia el claro.-Si vamos al aire libre no podrán usar el factor sorpresa.
-¿Quienes?-Dijo algo preocupado.
-Vampiros.-Dijo completamente serio mirando hacia el cielo.
El conejo estaba asustado, pero intrigado, había leído miles de libros sobre vampiros y por fin vería definitivamente uno.
-¿Quie… quien eres?-Dijo con cierto temor a saber la verdad.
-Tan solo un cazador.-Dijo con una sonrisa que tranquilizó a Pol y ocultaba sus verdaderas intenciones.
Dysul no mentía al decir que era cazador, pero no de vampiros, el mismo era uno de ellos, pero odiaba que los demás le quitaran su carne fresca. Su naturaleza le hacía incapaz de beber donde ya otros habían comido o compartir el sabor de el primer bocado. Si querían esa presa tendrían que pasar por encima de él.
Pasaron los minutos y no había un solo movimiento, parecía que los habían despistado o al menos se habían ido. Pero el zorro sabia que seguían ahí, podía notar la sed de sangre en el aire, además que todo vampiro sabe esperar a su presa, como él estaba haciendo.
-Veamos….-Pensó mientras miraba por todas partes.-Uno… -Siguió mirando girando su cabeza hacia el otro lado.-Dos… -Se dio la vuelta seguido de Pol, quien le agarraba aterrado el brazo.-Dos.-Terminó de pensar.-Cuando te diga corre hacia allí.-Dijo señalando con la cabeza unos arbustos pero con el dedo señalando un camino.
-S-si…-Contestó.
-¡Ya!
Como esperaba, los vampiros vieron el gesto de la cabeza y se prepararon para emboscar el sitio equivocado, pero para cuando se dieron cuenta ellos ya habían salido por el camino. Siguieron corriendo por la ciudad hasta que decidieron tratar de despistarlos por los callejones que Nueva Orleans les ofrecía. Pero llegaron a un callejón sin salida.
-Mierda…-Dijo a la par que se giraba para atrás y veía las figuras pálidas de un coyote y un gato, cada uno apoyado victorioso en cada una de las paredes que el callejón ofrecía.
-A esto le llamo yo comida rápida.-Dijo el gato sonriendo y mostrando sus largos colmillos.
-Si… A mí me parece que es más saludable de lo que dicen por ahí.-Le siguió el coyote, acercándose paso a paso.
Dysul se puso delante del conejo, quien estaba de rodillas temblando en el suelo. Pol le miró a los ojos y se volvió a tranquilizar, no sabía que tenía ese zorro que al mirar sus ojos rojo sangre le tranquilizaba, claramente, sus poderes de vampiro.
-No le vais a tocar un pelo.-Dijo mientras enseñaba sus garras.
-¿Ah sí? ¿Y quién me lo va a impedir?-Dijo confiado el coyote.
-¿En serio no me reconocéis? Mh… Debéis de ser jóvenes.-Dijo con una sonrisa.
-Acabamos de llegar de Europa, chaval, y tenemos hambre…
-Así que tú y tu novio vais a ser nuestra cena.-Dijo el gato mientras arrancaba a toda velocidad hacia el zorro con cara de maniaco, pero el zorro dio una patada supersónica en sus costillas que le hizo volver rodando hacia donde había salido.
-¿Quién demonios…?-Dijo asombrado el coyote.
-Os dije, que no tocaríais un pelo al chico. -Volvió a decir con una sonrisa a la par que el gato se levantaba tosiendo.
-Vamos, danos al chico, es un dos contra uno, no tienes nada que hacer. Seguramente has escuchado de nosotros, los hermanos Chucter de Rumania.-Dijo el coyote mientras se apoyaba en la espalda de su hermano felino.
-Oh… que bonito… si tienen pose y todo, enternecedor… me dan ganas de echar una bola de pelo, pero no, no soy un gato.-Dijo mientras se miraba las garras.
-Vas a lamentar tus mofas zorrito.-Dijo el coyote al lanzarse al ataque.
-Para tu información…-Dijo mientras le miraba acercarse.-Zorrito es un mote que no me gusta.-Prosiguió al darle un rodillazo en la barriga, del cual se protegió. -Llámame Dysul, Dysul Furment.-Terminó mientras le agarraba del cuello y lo lanzaba hacia el gato, quien lo cogió al aire.
-Furment… -musito para sí mismo. – ¿Donde he oído yo ese apellido?-Se preguntaba el gato.
-Maldito cachorro arrogante.-Dijo gruñendo el coyote.-Tengo ciento cincuenta y tres años y mi hermano casi llega a los dos cientos, tenemos ya experiencia en cachorros de veinte como tú.
-¿Cachorro? –Empezó a reír el Furment. – Por dios… que me convirtieran a los 19 no significa que aun los conserve. ¿Sois tan mancos que no podéis oler a uno de vuestra especie y reconocerlo?
-¿Tú también…?-Dijo ligeramente asustado el conejo, llevándose las patas a la boca.
-Exacto, pero sigue en pie eso de que no te tocarán un pelo.-Le dijo mirándolo de nuevo a los ojos con una sonrisa, ahora sus poderes vampíricos no funcionaban, pues él lo sabía, pero igualmente se relajó, se había ganado su confianza.
Pronto dejo de ver al conejo para estrellarse contra la pared, haciendo una hendidura profunda en los gruesos ladrillos. Mientras dejó de mirarles los hermanos lanzaron un ataque conjunto a toda velocidad hacia la cara del zorro, que le hizo volar hacia ahí.
-Mucha habladuría y poca demostración.-Dijo arrogante el coyote mientras el conejo ahogaba un quejido de terror.-Y ahora que tu novio no nos va a molestar…
-Por dios, que no soy su novio.-Dijo mientras salía del agujero.
-T-te hemos pegado entre los dos, ¿cómo que sigues intacto?-Dijo mientras Dysul escupía al suelo.
-Cuando has saludado en persona a Jesucristo, digamos… que adquieres mucha experiencia.
-Que seas más antiguo que nosotros no significa que no te superemos en número.-Dijo confiado mientras su hermano gato se seguía preguntando para sus adentros de donde le sonaba el apellido Furment.
-Me encanta, encima de idiota, engreído. Voy a disfrutar vertiendo tus intestinos centímetro a centímetro.
El coyote volvió a la carga con rabia, ese zorro le estaba sacando de quicio, encima tenía hambre y eso le cabreaba aun más.
Dysul esquivaba o bloqueaba los golpes del canido sin esfuerzo alguno y con una sonrisa en la cara, le apetecía desesperarlo, hacer que se lamentara de lo que estaba haciendo. Como comenzaba a hacerlo el gato.
-Oye… hermano… Creo que deberíamos marcharnos… No sé de qué me suena ese apellido…
-Un Chucter no huye de una pelea si esta ha comenzado.-Dijo gruñendo.
-Oh me sorprende, idiota, arrogante y noble, te daré una muerte rápida por ello.-Dijo mientras le daba en el tobillo, lo desestabilizaba, lo tiraba al suelo y lanzaba su zarpa en dirección a su barriga. El coyote rodó sobre si mismo e hizo que la garra del furment tan solo rasgara pelaje, haciéndole un pequeño corte de pelo.
Al retirar la mano el furment dejó un pequeño agujero con sus garras imprentadas en el suelo. Pol ya estaba tranquilo y feliz, estaba viendo en directo una lucha de vampiros, donde el más fuerte le estaba protegiendo. En su cabeza ya rondaban ideas extrañas sobre ellos dos, se estaba emocionando.
-¿Quien os convirtió?-Dijo con curiosidad.
-El conde Naste.-Dijeron orgullosos ambos al unísono.
-Naste… Naste… Naste… -Musitaba para sí mismo. -Aaahh… Naste… Recuerdo que a él le convertí yo, dios… Sabía que no sería un gran vampiro pero no me imagine que tuviese tan mal gusto a la hora de engendrar a su progenie.
-Ataquemos de nuevo los dos a la vez.-Ordenó el coyote con algo de rabia.
El gato, sin muchas ganas de pelear, corrió junto al coyote en dirección al Furment, saltaron en perfecta sincronía y lanzaron una patada voladora que hizo que Dysul, al cubrirse, retrocediera unos metros, levantando polvo por el derrape.
Una vez hecho esto separó las piernas de ambos, pero el gato pegó una patada circular por detrás de las rodillas del vulpe que dejó a Dysul volando a merced del coyote, quien planeaba un golpe a dos patas a modo de mazo contra el suelo, pero Dysul usó su cola para agarrase al cuello del gato y poder salir del ataque conjunto, haciendo que sus puños terminaran impactando en el suelo y la pierna del vulpe terminara en la quijada del canido con la fuerza suficiente para desestabilizarlo. El gato le agarró de la cola y con una llave de judo lo mandó a volar un metro.
Le encantaba la expresión del gato, temeroso, se olía lo que estaba por venir, por alguna razón ese animal comprendía que estaban en peligro de muerte, pero no alcanzaba a entender sus instintos. En cambio el coyote seguía igual de arrogante, pensando que siendo dos contra uno le podrían ganar.
El gato, de repente, recordó todo lo referente a la familia Furment. El conde Naste, le contó casi después de convertirse en vampiro sobre esa casa. Era una rama principal de vampiros originales, eran vampiros ancestrales, como otras tres casas. Ese clan seleccionaba con sumo cuidado a sus integrantes, proclamando asi una de las estirpes vampíricas mas poderosas y sabias de la historia.
Dysul fue el primer integrante de esa estirpe, ya habia olvidado cuando fue convertido, pero estaba orgulloso de ser el jefe de esa selecta estirpe. Desde su conversión, se entrenó para la supervivencia del futuro clan y no hacía otra cosa que no fuese buscar gente apta para el nombre Furment, pero a medida que pasaba el tiempo veía menos aptitud en los candidatos, la era de oro ya habia pasado. No obstante Dysul si que convertía en vampiros a algunas personas, pero no veía a ninguno capaz de llevar el apellido Furment.
Dysul, el ultimo furment en pie, habia estado viviendo a través de los siglos, a través de los continentes, para cumplir su misión, pero totalmente en vano. Los días como este eran los que mas le gustaban, le sacaban de la monotonía.
EL conejo, ya mas tranquilo miraba por todas partes algún sitio por donde escapar, pero todo era en vano, ese callejón no era mas que un basurero y el pequeño agujero que habia dejado el zorro no llevaba sino a una puerta cerrada con llave.
Dysul sabia que estaban haciendo mucho ruido, demasiado, la policía estaría al caer así que tenia que dejar de jugar y largarse por patas ya mismo. Pero no iba a desperdiciar ese suculento bocado ni esos vampiros le dejarían irse asi por las buenas.
Mientras Dysul cavilaba sobre lo que iba a hacer el coyote se lanzó de nuevo a la carga, estaba decidido a terminarlo ya aprovechando esa distracción. Su hermano, al verlo, se llevó las manos a la cabeza.
-No! Ya recuerdo de que me sonaba la casa Furment!-Dijo el gato haciendo que Dysul sonriera y que el coyote perdiese la concentración.- ¡Es un ancestral! –Al escuchar eso, el coyote empalideció aun mas de lo que su pelaje vampírico mostraba. Ya era demasiado tarde, el coyote le lanzó un arañazo al zorro que tan solo le hizo girones la camiseta. Dysul pegó un rodillazo hacia arriba, levantando al coyote, luego le agarró del cuello y lo estampó contra el muro, dejándolo incrustado en este.
-Ya me estoy cansando de tanto jueguecito, así que empezaré contigo.-Dijo mientras posaba la garra en su estomago.-Soy un hombre de palabra, te voy a derramar los intestinos centímetro a centímetro por el suelo…-Siguió mientras apretaba más fuerte en su cuello.
-¡No!-Gritaba el gato.-Va en contra de las leyes vampíricas el matar a otro vampiro.
-Oh sí, pero adivina quien hizo las leyes… Exacto, ¡nosotros los ancestrales!-Dijo a la par que rajaba de lado a lado la barriga del coyote y le rompía el cuello a la par que le arrancaba la cabeza para que no gritara.
Dysul tiró el cadáver del no muerto al suelo, le seccionó el intestino y a toda velocidad se acercó al gato, quien estaba paralizado del terror. El zorro le ató los intestinos al cuello, luego a las zarpas y de un gancho lo lanzó a volar hacia una farola, dejándolo ahorcado y atado a merced del tiempo, faltaba poco para que se hiciese de día, eso le facilitaba el tener que deshacerse de los cuerpos, pues el sol desharía toda prueba, quería que se desesperara al saber que iba a morir en cuanto saliera el sol, pero como el gato era más inteligente y le había recordado decidió apiadarse y darle una muerte rápida arrancándole el corazón.
-Ugh…-Dijo mientras se arrodillaba al suelo, actuando para que Pol se acercara a él.-Estoy… débil…-Prosiguió.
-Dysul! ¿Estás bien?-Preguntó preocupado el conejo.
-S…si…-Dijo jadeando, le encantaba ver esa expresión al conejo. El zorro quería seguir jugando con el pero el alba estaba por aparecer, no tenía tiempo. –Lo siento… estoy débil… necesito recuperar fuerzas y el sol está por salir…-Dijo tras empujar al conejo contra la pared.
-¿Q-que quieres decir? –dijo totalmente nervioso.
-Que vas a ser mi próximo bocado…-Dijo mientras se acercaba lentamente al cuello del conejo, le encantaba escuchar el grito de terror de aquellos que sabían que iban a morir irremediablemente. Pero el grito que escuchó era completamente diferente… ¿Euforia?
-AAAAAAAAAH!!!!!!!!- Gritó como un histérico.- ¡Me ama! ¡Y necesita de mi sangre! ¡Toma toda la que quieras! ¡Corre! ¡Como salga el sol tu pelaje brillará y sabrán sobre ti! ¡Conviérteme y pasemos toda la eternidad juntos!
El zorro no salía de su asombro, de todos los libros que podía haber leído había leído esos. Dysul no aguantó tanto grito histérico y no se conformó con solo morderle como vampiro, le había mordido como animal, destrozándole tráquea, yugular y aorta para que muriera instantáneamente, luego bebió un poco de sangre.
Por fin había comido, se sentía lleno de fuerza de nuevo, sentía como el calor del ser del que estaba bebiendo inundaba su cuerpo y le hacía sentir, por unos instantes, vivo. Tras ese suculento bocado, se limpió y caminó hacia el final del callejón mirando al horizonte con melancolía, dejando atrás el cuerpo inerte del conejo, que había muerto con una expresión de euforia.
-Oh dios mío… ¿Que fue de los escritores como Ann Rice? Antes los vampiros éramos temidos, respetados, buscados… Ahora, y gracias a Stephenie Meyer, somos cazados… como deseo…
-DYSUUUL!-Escuchó desde los cielos.
Un dragón rojo de vientre amarillo y pelo castaño descendía del cielo en picado hacia él, pero de un batido de alas que levantó muchísimo aire aterrizó sigilosamente en el suelo, luego miró el estropicio del callejón y finalmente le fulminó con la mirada.
-Ya sabía yo que este ruido lo provocabas tu, vienen sirenas hacia aquí, mejor nos largamos, está por amanecer y odio soportar tus quejas por que te molesta el sol y te debilitas. ¿Por qué siempre te metes en estos fregados?
-Anda Drego, no me exageres y vámonos. –Dijo mientras se montaba en los lomos del dragón y este alzaba el vuelo hacia las nubes, desapareciendo de nuevo en estas.
Tal como planeó el vulpe cuando la policía llegó los cadáveres de los hermanos se los comió el sol, dejando tan solo el cuerpo de Pol como uno de los casos sin resolver de Nueva Orleans.
Category All / All
Species Unspecified / Any
Size 500 x 500px
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Esta chuli la historia :3 y te voy dar un par de consejillos que podrías tomar o no, como usted guste.
Quedaría mejor si omitieras términos coloquiales en las interacciones de narración y descripción por parte del hipotético narrador.
Ten cuidadito con la reiteración de ciertas palabras, siempre es bueno buscar sinónimos para darle cierta diversidad gramatical, en vez de repetir "dijo" puedes escribir "pronunciaban sus labios <añádase conjunto de adjetivos calificativos para dar dramatismo>" xDD
o dependiendo de la situación: "exclamó" "opinó" "expresó" y no se me ocurren mas xP
Compositivamente está bastante bien.
En especial puedo observar que a nivel estructural ganas nivel conforme avanza la composición, el comienzo es algo muy importante porque es lo que puede hacer que muchos se aburran y dejen de seguir leyendo o que desde un principio tengan un concepto mejor de la historia sin haber leído mucho, llámese "gancho" jeje
Por ejemplo, y aparte de lo mencionado, en el segundo párrafo yo no hubiera puesto "y esa hermosa luna llena que le daba un toque sexy" mas bien sería (para mi, repito) "y esa hermosa luna que le daba un toque de sensualidad" ya que luna llena ya lo dices al comienzo del párrafo y al hacer lo que en el ejemplo he escrito, complementas el hecho de que la luna es importante para el pero te centras mas en la descriptiva de los efectos que produce ésta, el cómo está la luna ya es mencionado.
Y este es el humilde conjunto de consejos de un servidor, espero que te sean más de ayuda que un simple me gusta, porque me gusta, pero sé bien lo que a veces cuesta cambiar la perspectiva cuando se trata de nuestras propias historias y siempre habrá detalles que puedan ser corregidos se tenga el nivel que se tenga ^^ es tu decisión tener en cuanta los consejos que consideres oportunos.
*lick*
Quedaría mejor si omitieras términos coloquiales en las interacciones de narración y descripción por parte del hipotético narrador.
Ten cuidadito con la reiteración de ciertas palabras, siempre es bueno buscar sinónimos para darle cierta diversidad gramatical, en vez de repetir "dijo" puedes escribir "pronunciaban sus labios <añádase conjunto de adjetivos calificativos para dar dramatismo>" xDD
o dependiendo de la situación: "exclamó" "opinó" "expresó" y no se me ocurren mas xP
Compositivamente está bastante bien.
En especial puedo observar que a nivel estructural ganas nivel conforme avanza la composición, el comienzo es algo muy importante porque es lo que puede hacer que muchos se aburran y dejen de seguir leyendo o que desde un principio tengan un concepto mejor de la historia sin haber leído mucho, llámese "gancho" jeje
Por ejemplo, y aparte de lo mencionado, en el segundo párrafo yo no hubiera puesto "y esa hermosa luna llena que le daba un toque sexy" mas bien sería (para mi, repito) "y esa hermosa luna que le daba un toque de sensualidad" ya que luna llena ya lo dices al comienzo del párrafo y al hacer lo que en el ejemplo he escrito, complementas el hecho de que la luna es importante para el pero te centras mas en la descriptiva de los efectos que produce ésta, el cómo está la luna ya es mencionado.
Y este es el humilde conjunto de consejos de un servidor, espero que te sean más de ayuda que un simple me gusta, porque me gusta, pero sé bien lo que a veces cuesta cambiar la perspectiva cuando se trata de nuestras propias historias y siempre habrá detalles que puedan ser corregidos se tenga el nivel que se tenga ^^ es tu decisión tener en cuanta los consejos que consideres oportunos.
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