El amor es una fiera salvaje, y no siempre en el buen sentido de la palabra.
El amor entre dos personas se puede medir de muchas formas.
Por los detalles que se tienen mutuamente.
Por la fuerza de la determinación que los mueve.
Por la paciencia que se tiene para las cosas buenas y las malas.
Por dar una de cal y una de arena cuando es necesario.
Por estar ahí cuando uno de los dos flaquea.
Pero en todo amor, como en casi todo es esta vida material, hay algo a lo que nunca se debe permitir que tome las riendas… El dinero.
Cuando el dinero es la nota discordante en la relación, los pilares de la misma se tambalean, se resquebrajan, y finalmente, se hacen polvo.
No hay un modelo de relación, sino millones diferentes y cambiantes. No existen las parejas perfectas, ni los compromisos donde todo siempre sea felicidad, y los problemas o las discusiones, sean algo que es necesario recurrir a un diccionario para saber lo que es.
El amor es prácticamente un ser vivo al que hay que cuidar, mimar, e incluso regañar cuando hace lo que no debe.
El dinero nunca debe ser las cadenas que mantienen una relación, ya sea cercana o a distancia. Para el amor, la paciencia debe ser algo infinito, para ayudarte a soportar cuando la otra parte se viene abajo, y mantenerte firme y sostener la relación, si de verdad es lo que deseas.
Cuando en una relación, llega un punto en el que solo se escuchan sumas de dinero que uno ha gastado por el otro, entonces, ya no hay amor, solo interés.
En ese momento, no importara nada de lo que se haya hecho. No importarán los detalles que se hayan tenido, ni las lágrimas derramadas, en aquellos momentos que lo dabas todo por perdido. No importaran las muestras de afecto y de cariño, solo se tendrá en cuenta cuánto dinero me gaste por ti.
Este es un tipo de amor que mucho buscan, algunos incluso lo anhelan. ¿Por qué?
¿Acaso el amor para ellos, no es más que otro billete perdido en su cartera?
Para mí no es eso.
Para mí el amor es abrazar a quien de verdad quieres a tu lado, y sentir como todos los pelos de tu cuerpo se erizan al sentirlo entre tus brazos, y oler el perfume natural de su cuerpo.
Para mí el amor es dormir a su lado, despertar a su lado, y quedarme mirando sus ojos sin decir nada, como esperando que me pregunte que miro.
Para mí el amor es esperar ese momento en que te entregas por completo, y sentir como te haces uno con quien te acompaña, en un intento por disipar esos momentos en los que estamos separados, y sentimos que estamos incompletos.
Para mí el amor es dar cuanto puedes sin esperar una devolución, llegar a donde el otro no puede, con la esperanza de que algún día las cosas mejoraran, y esos momentos difíciles, queden como un simple mal recuerdo.
Para mí el amor es olvidar los pequeños errores cometidos, ya que por nuestra naturaleza, tendemos a recordarlos y usarlos cuando estamos molestos.
Para mí el amor es algo enorme que no se puede medir, ni comprar, ni tasar, ni envolver ni disfrazar. Es algo invisible y a la vez visible. Algo que se puede percibir, pero no sabes decir con qué sentido. Es algo chispeante, burbujeante, alocado, desenfrenado, y fuera de toda lógica.
Un regalo celestial que está ahí fuera, esperando simplemente que le des un abrazo.