Imaginen la atmosfera mientras aprecio Caprice No. 24 de Paganini… el aroma típico de la situación y la conjunción de todo en una atmosfera donde el tiempo no transcurre tal y como lo conocemos.

Mejor la cama destendida que tu ausencia a mi lado,
mejor sus besos que tu nombre en mi boca
y yo primavera y otoño en menos de una hora
mientras la conozco se va uniendo a mi olvido.

Esto es un tornillo, un espiral, un ciclo...
esto de no tenerte y buscarte en pechos desconocidos
en un nombre que no recuerdo
en un vientre al que no vuelvo
es un punto más a la lista de fracasos que guardo en el cajón
junto a tu recuerdo.

Como la promesa que le hice y no cumplí.
No importa este mundo en contra me tienes a mí,
pero cuando le hice falta ya no estaba allí,
Le hice tanta falta y ya no estaba allí

“hoy te extraño tanto, que ya no sé quién soy, que ya no sé hasta cuánto, soporto este dolor. Me araña la visión”