
Sabes, hoy quiero ser de nuevo sincero contigo, claro… si es que alguna vez lo fui, mi amor, mi ser, mi querida niña bonita.
Con esa mirada que me regalabas a diario y esa sonrisa de la cual nunca disfruté por mis conflictos de la adolescencia. Te lo digo y repito que te abrasaría a cada instante y pasaríamos largas noches tu y yo juntos mientras el cosmos entero nos mira y si éste pensara, envidia le daría de vernos tan unidos como muchos antes en el pasado lo han estado, pero esto sería diferente, ya que seríamos tu y yo y sería nuestra historia, no la de otro. No un romeo, no una Julieta, no la dinastía Montesco y Capuleto, Solos tu y yo.
Sobornaría al padre tiempo si con esto me regresara un día a tu lado, un día es todo lo que pediría y decirte lo que jamás salió de mí boca, lo que jamás expresé y tanto quise decirte. Lo que mi ser entero gritaba cuando estabas a mi lado y nuevamente mis conflictos me segaron. Como fui tan tonto para tenerte a mi lado día a día y nunca haberte dicho lo mucho que te amaba.
Sobornaría al padre tiempo si esto en verdad sirviera y solo para ver esos lindos ojos que estuvieron para mí y yo no estuve para ellos. Quizá nunca nos dimos la entera posibilidad, quizá la posibilidad fue entera, no lo sabremos. Yo jamás te lo podré decir y tú jamás me lo dirás. Aliento con aliento nos miramos y cada día que pasa es un entero recuerdo del reflejo del pasado que no ha querido darme tregua ni me ha dejado descansar. Dime, mi niña bonita ¿Te sucede igual que a mí?
Te inmortalizo en mi memoria pero ya quiero dejarte descansar. No a ti, si no a tu recuerdo que no me dejará mirar más allá de mis imaginaciones. Del solo instante en que te tuve tan cerca y compartimos cientos de cosas. Tú me miraste y me analizaste como tratando de encontrar lo que no existía en ese momento, y yo te contemple de pies a cabeza, que para mí ser era un regocijo mirarte cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo. Con aquella sonrisa que no he logrado borrar. ¿Aún sientes eso? ¿Lo puedes ver?
Sobornaría al padre tiempo, si esto no fuera una imposibilidad de la fantasía de dos seres que se dijeron todo pero nunca se dijeron nada.
Y sin dudarlo y si el padre tiempo en verdad existiera y se dejara sobornar, sin duda, sin pensarlo ni un segundo, te tomaría entre mis brazos, acariciaría ese rostro que estuvo en muchas ocasiones junto a mi sin estarlo. Nos fundiríamos en un abrazo que nos eternizara mientras nuestros cuerpos se unieran en un solo ser. Te contemplaría no solo una, sino mil veces antes de volverte a decir lo tanto que te amo, lo mucho que no te he olvidado y lo tanto que quedó de ti en mí. Las palabras nos sobrarían y sin perder el tiempo, quedaríamos en el eterno suspiro del jamás y del siempre.
Hoy estoy aquí, dudando mil veces que puedas ver esto, pero no insultaré mis memorias, al contrario, hoy sepulto tu recuerdo y con ello mi ser junto a ti. Ya que si no lo hago, no podré volver a sonreír, no volveré a sentir y no podré caminar un paso más si no es por ti. Te amo, te amo, te amo… no importa cuanto lo repita si tu sombra ya no está, si tu sonrisa ya no es para mí y si tu mirada no me contempla con esa fantasía de vernos cada día sin estar ahí.
No me despediré de este pasado ni de los miles de recuerdos, sin antes expresar lo que siento usando estas palabras que se adecuan perfectamente al sentimiento que cargo por ti.
Ahora te comprendo, maestro, cuando escribiste estas palabras tan acertadas que recitaré en silencio y en mi mente sepultando mis memorias.
¿Y si esta noche
de recuerdos liberados,
como una ventana abierta
pudiese hallar en este
laberinto de historias,
el norte y dirección?
A lo mejor consigo
estos años después, aquí
y de nuevo ante tu puerta,
llamar en nombre
del pasado y lo perdido
a lo que nunca apareció.
A lo mejor pudiera
veinte años después, juntando
más buenas razones.
Para que, estar así
parado ante mí sombra
no me invitara a escapar
de ti y de mí, y del vértigo
de hablar contigo
en casi todas las sesiones.
Sabrías de años de ir
recorriendo mil lugares
donde no te volví a hallar.
No importa cuántos ojos
he visto después de descubrir
tus ojos claros,
si a mí, tus ojos me enseñaron
a ver.
No importa cuántas
veces tenga que venir a
recordar bajo el manzano,
que no eres tú quien ha habitado
en esta casa, por más que insista
en volver.
“Sería el amor que no sentimos o el afán de irle poniendo mientras tantos. Tu sonrisa es una fruta que no se deja probar”
Descansa en paz en el cementerio de mis memorias y en el salón de los caídos en mi alma. Adiós, que aunque tu sonrisa no será jamás mía y tus ojos no me volverán a ver, lo mejor es descansar de este pasado que se ha vuelto más tortuoso que la dicha de tenerte junto a mí.
Tu sonrisa es esa ausencia que atesoro para siempre…
Con esa mirada que me regalabas a diario y esa sonrisa de la cual nunca disfruté por mis conflictos de la adolescencia. Te lo digo y repito que te abrasaría a cada instante y pasaríamos largas noches tu y yo juntos mientras el cosmos entero nos mira y si éste pensara, envidia le daría de vernos tan unidos como muchos antes en el pasado lo han estado, pero esto sería diferente, ya que seríamos tu y yo y sería nuestra historia, no la de otro. No un romeo, no una Julieta, no la dinastía Montesco y Capuleto, Solos tu y yo.
Sobornaría al padre tiempo si con esto me regresara un día a tu lado, un día es todo lo que pediría y decirte lo que jamás salió de mí boca, lo que jamás expresé y tanto quise decirte. Lo que mi ser entero gritaba cuando estabas a mi lado y nuevamente mis conflictos me segaron. Como fui tan tonto para tenerte a mi lado día a día y nunca haberte dicho lo mucho que te amaba.
Sobornaría al padre tiempo si esto en verdad sirviera y solo para ver esos lindos ojos que estuvieron para mí y yo no estuve para ellos. Quizá nunca nos dimos la entera posibilidad, quizá la posibilidad fue entera, no lo sabremos. Yo jamás te lo podré decir y tú jamás me lo dirás. Aliento con aliento nos miramos y cada día que pasa es un entero recuerdo del reflejo del pasado que no ha querido darme tregua ni me ha dejado descansar. Dime, mi niña bonita ¿Te sucede igual que a mí?
Te inmortalizo en mi memoria pero ya quiero dejarte descansar. No a ti, si no a tu recuerdo que no me dejará mirar más allá de mis imaginaciones. Del solo instante en que te tuve tan cerca y compartimos cientos de cosas. Tú me miraste y me analizaste como tratando de encontrar lo que no existía en ese momento, y yo te contemple de pies a cabeza, que para mí ser era un regocijo mirarte cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo. Con aquella sonrisa que no he logrado borrar. ¿Aún sientes eso? ¿Lo puedes ver?
Sobornaría al padre tiempo, si esto no fuera una imposibilidad de la fantasía de dos seres que se dijeron todo pero nunca se dijeron nada.
Y sin dudarlo y si el padre tiempo en verdad existiera y se dejara sobornar, sin duda, sin pensarlo ni un segundo, te tomaría entre mis brazos, acariciaría ese rostro que estuvo en muchas ocasiones junto a mi sin estarlo. Nos fundiríamos en un abrazo que nos eternizara mientras nuestros cuerpos se unieran en un solo ser. Te contemplaría no solo una, sino mil veces antes de volverte a decir lo tanto que te amo, lo mucho que no te he olvidado y lo tanto que quedó de ti en mí. Las palabras nos sobrarían y sin perder el tiempo, quedaríamos en el eterno suspiro del jamás y del siempre.
Hoy estoy aquí, dudando mil veces que puedas ver esto, pero no insultaré mis memorias, al contrario, hoy sepulto tu recuerdo y con ello mi ser junto a ti. Ya que si no lo hago, no podré volver a sonreír, no volveré a sentir y no podré caminar un paso más si no es por ti. Te amo, te amo, te amo… no importa cuanto lo repita si tu sombra ya no está, si tu sonrisa ya no es para mí y si tu mirada no me contempla con esa fantasía de vernos cada día sin estar ahí.
No me despediré de este pasado ni de los miles de recuerdos, sin antes expresar lo que siento usando estas palabras que se adecuan perfectamente al sentimiento que cargo por ti.
Ahora te comprendo, maestro, cuando escribiste estas palabras tan acertadas que recitaré en silencio y en mi mente sepultando mis memorias.
¿Y si esta noche
de recuerdos liberados,
como una ventana abierta
pudiese hallar en este
laberinto de historias,
el norte y dirección?
A lo mejor consigo
estos años después, aquí
y de nuevo ante tu puerta,
llamar en nombre
del pasado y lo perdido
a lo que nunca apareció.
A lo mejor pudiera
veinte años después, juntando
más buenas razones.
Para que, estar así
parado ante mí sombra
no me invitara a escapar
de ti y de mí, y del vértigo
de hablar contigo
en casi todas las sesiones.
Sabrías de años de ir
recorriendo mil lugares
donde no te volví a hallar.
No importa cuántos ojos
he visto después de descubrir
tus ojos claros,
si a mí, tus ojos me enseñaron
a ver.
No importa cuántas
veces tenga que venir a
recordar bajo el manzano,
que no eres tú quien ha habitado
en esta casa, por más que insista
en volver.
“Sería el amor que no sentimos o el afán de irle poniendo mientras tantos. Tu sonrisa es una fruta que no se deja probar”
Descansa en paz en el cementerio de mis memorias y en el salón de los caídos en mi alma. Adiós, que aunque tu sonrisa no será jamás mía y tus ojos no me volverán a ver, lo mejor es descansar de este pasado que se ha vuelto más tortuoso que la dicha de tenerte junto a mí.
Tu sonrisa es esa ausencia que atesoro para siempre…
Category Artwork (Digital) / All
Species Dog (Other)
Size 834 x 1094px
File Size 262.6 kB
Comments