
Hi! everbody!
angel-blackwolf and my person made a this little gift for you, pleace Enjoy
ah! Sorry is only Spanish
Una velada a solas.
Es 24 de diciembre, y como marca la tradición, es un día para reunirse con la familia o los amigos, para disfrutar de una cena todos juntos. Nos encontramos en casa de Angel Blackwolf, donde Raksha y Lilian han estado arreglando el ambiente con adornos, y preparando todo para la cena, mientras sus compañeros terminan de trabajar. Ha sido un día duro para ambas, donde apenas han parado, y ya cuando quedan pocas horas para que estos regresen a casa, finalmente se sientan a descansar frente a la chimenea.
-Ufff… Odio que Angel tenga que trabajar precisamente hoy. –Comentó Lilian, tomando un poco de vino, sentada junto a su amiga-. Preparar todo esto, es en verdad duro para uno solo. Te agradezco que me ayudaras con los adornos y la comida.
-He he. Descuida. –Respondió Raksha sonriendo y mirándola-. Es lo menos que podía hacer, tras invitarnos a pasar el día con vosotros. De haberme quedado en casa, hubiera tenido que hacer todo esto yo sola también.
-Suspiro-. Esos idiotas encima no son capaces de darse cuenta de lo duro que trabajamos en casa mientras ellos no están. Seguro que, para variar, ellos solo regresan con idea de sentarse y comerse todo lo que haya en la mesa.
-Qué le vamos a hacer. –Señalo Raksha riéndose y encogiéndose de hombros-. Cuando quieren los dos son un encanto, pero cuando están despistados, ambos son verdaderamente odiosos. –Comentó a continuación mientras acercaba su copa de vino a Lilian para brindar con ella.
- ¡Ha ha ha! Tú lo has dicho. Esto… ¿Te apetece hagamos algo de tiempo probándonos algunos trajes para la velada de mas tarde? –Le preguntó Lilian mirándola.
- ¿No me digas que al final conseguiste los trajes de los que hablamos? –Indagó Raksha con cara de sorpresa.
-Por supuesto. –Respondió Lilian incorporándose y sacando pecho-. No iba a conformarme con la negativa del dependiente de esa tienda. Dame un segundo. –Expresó a continuación dirigiéndose a su habitación y seguidamente regresando con una caja.
-Veamos que has traído. –Expresó Raksha llena de curiosidad mirando en el interior de la caja-. Vaya. ¿Te dieron estos también? –Preguntó a continuación sacando dos trajes que parecían iguales.
-Claro. Creo que puede ser divertido. ¿Nos los probamos? –Preguntó Lilian con cara risueña.
-Supongo que podríamos hacerlo. –Respondió Raksha ruborizándose ligeramente.
Diciendo esto, las dos se metieron en habitación diferentes, y pocos después, salieron ataviadas con trajes de reno que cubrían sus cuerpos prácticamente por completo, salvo por sus caras.
-Awww… Que linda. –Comentó Lilian mirando a Raksha que se mostraba tímida con ese aspecto.
-Tú… ¿Tú crees? –Articuló Raksha totalmente colorada.
-Claro que sí. –Expresó Lilian con expresión risueña-. A ver. Gira sobre ti misma.
- ¿Así? -Masculló Raksha girando lentamente.
-He he. Dudo que haya muchos que pudieran evitar lanzar los colmillos a esas posaderas, ya que el traje te lo marca muy bien. –Señaló Lilian mirándole el trasero pícaramente, provocando que Raksha rápidamente la mirara y se llevara las manos sobre las nalgas.
-Vas a hacer que me ruborice como digas esas cosas. –Comentó Raksha mirándola.
-Créeme. Ya lo estás. –Contestó Lilian haciéndole un guiño-. ¿Quieres probarte alguno más?
-Déjame ver. –Expresó Raksha mirando nuevamente dentro de la caja-. Oh. Si no te importa, creo que yo me quedaré con este.
-He he. Adelante, pruébatelo. –Respondió Lilian sonriendo y haciéndole un guiño, al verla coger lo que parecía un traje de Mama Noel.
- ¿Ahora? –Preguntó Raksha extrañada.
-Claro. –Respondía Lilian cogiendo otro traje de la caja-. ¿Acaso te da vergüenza que otra chica te vea?
-Por supuesto que no. –Replicó Raksha intentando disimular lo nerviosa que estaba-. Pero si lo hago, tú también cámbiate aquí.
-Eso pensaba hacer. –Respondió Lilian sonriendo.
Sin decir más, ambas comenzaron a quitarse el traje de Reno, pero mientras que Raksha intentaba ocultar como se sentía, Lilian por el contrario no apartaba la mirada de su compañera, observando cada curva de su cuerpo, y como la tela se deslizaba por ella mientras se desnudaba. Finalmente, las dos quedaron nada más que en ropa interior, así que mientras Raksha se ataviaba el traje de Mama Noel, que remarcaba notablemente su busto, Lilian hizo lo propio con un traje de noche de color carmesí que igualmente marcaba sus atributos.
-Vaya vaya vaya. Estoy segura que Siekfried se va a alegrar mucho viéndote así. –Expresó Lilian acercándose lentamente a ella.
- ¿Tú crees? –Preguntó Raksha intimidada, mientras su amiga se acercaba y seguidamente se quedaba ante ella, sujetándole el mentón y mirándola fijamente a los ojos.
-Te lo aseguro. Feliz Navidad. –Le indicó Lilian sin dejar de mirarla, mientras lentamente aproximaba sus labios.
-Feliz na… -Fue a responder Raksha cuando Lilian la silenció besándola en los labios, provocando que se quedara completamente inmóvil.
-He he. Me encanta esa cara. –Respondió Lilian separándose y sonriendo, observando el rostro colorado y jadeante de Raksha.
- ¿Por qué has hecho eso? –Preguntó Raksha llevándose una mano al pecho, sintiendo como si su corazón fuera a salirse de un momento a otro.
-Me apetecía hacerlo, y tus labios pedían a gritos que lo hiciera. –Comentó Lilian observándola lascivamente mientras se relamía.
- ¿Entonces es cierto que tienes este tipo de juegos con Anrhina y su compañera? –Preguntó Raksha sorprendida-. Siekfried me lo había comentado, pero no acababa de creérmelo.
-Bueno… A veces simplemente hay que dejarse llevar. –Respondió Lilian acercándose nuevamente, haciendo que Raksha retrocediera, pero tropezó con el pliegue de la alfombra, momento en que Lilian la sujetó, y seguidamente la tumbó lentamente antes de colocarse encima-. Puedo notar lo nerviosa que estás, pero no percibo que quieras que me detenga. ¿Me equivoco? –Preguntó a continuación, aguardando por varios segundos una respuesta.
El silenció de Raksha, simplemente le indicaba a Lilian que no se detuviera, así que sonriendo arrimó nuevamente sus labios, y mientras la besarla, sus manos se deslizaban por el cuerpo de Raksha, buscando los botones de la toga que la cubría. Lentamente y con inusitada habilidad, Lilian lentamente fue descubriendo a Raksha sin dejar de besarla, y cuando finalmente la tuvo mostrando la ropa interior, observó su rostro jadeante y enrojecido.
-Eres en verdad como un regalo de navidad esperando que lo desenvuelvan. –Susurró Lilian, desvistiéndose también y lamiéndole el cuello, al tiempo que descendía por el cuerpo lentamente, provocando que Raksha gimiera y sus manos se agarraran con fuerza a la alfombra.
Entonces, en el momento que Lilian liberó el cierre central del sostén de Raksha, esta instintivamente se apresuró a llevar las manos sobre sus pechos, pero Lilian rápidamente le sujetó las muñecas y negó con la cabeza.
-No no no. No seas una chica mala. –Le indicó Lilian sonriendo, llevando las manos de Raksha nuevamente a la alfombra, antes de empezar a lamerle los pezones.
-Se… Se siente muy extraño. –Masculló Raksha con el rostro jadeante, sin saber cómo colocar las manos, al tiempo que su cuerpo se arqueaba.
-Creo que tengo mucho que enseñarte. –Señaló Lilian deslizando su lengua entre los pechos, y bajando lentamente hasta que llegó entre los muslos, momento en que se relamió-. Bueno bueno. Ha llegado el momento del plato principal.
En el momento que Lilian metió el hocico entre las piernas de Raksha, esta gritó e instintivamente se incorporó y llevó las manos sobre la cabeza de Lilian, mientras esta la lamia ávidamente y le introducía la lengua. Raksha gemía y jadeaba mientras Lilian lamía ávidamente, provocando que uno tras otro, los orgasmos hicieran sacudir todo el cuerpo de su amiga, hasta que agotada esta cayó de espaldas, mientras Lilian repasaba lentamente los muslos húmedos por los fluidos descargados.
-Deliciosa. –Expresó Lilian colocándose nuevamente sobre ella, y mirándola a los ojos.
-Ahh… Ahh… -Jadeaba Raksha inmóvil durante varios segundos intentando recuperar el aliento sin apartar la mirada de los ojos de Lilian, tras lo cual, alzó sus brazos, y abrazándola, buscó sus labios para besarla.
Lilian por supuesto, correspondió el beso, así que las dos rodaron por la alfombra mientras mutuamente se buscaban una a la otra, momento en que la puerta principal se abrió.
-Pues cómo te iba diciendo, eso fue una verdadera… -Estaba comentando Angel, cuando entró seguido por Siekfried, y los dos se encontraron con aquella escena-. Esto…
- ¿¡Raksha!? –Preguntó Siekfried sorprendido, al verla tumbada con Lilian encima, y las dos solo en ropa interior.
-He hey hey. Mira para otro lado. –Le indicó Angel a Siekfried colocándose ante el para que no pasara.
- ¿¡Como que mire para otro lado!? –Replicó Siekfried visiblemente molesto.
-Esto es demasiado para ti. Lo hago por tu bien. –Le indicó Angel con sonrisa burlona-. No quiero que te mueras por hemorragia nasal.
- ¡Pero serás…! –Fue a replicar Siekfried cuando Lilian y Raksha se incorporaron.
-Vamos vamos, chicos. –Expresó Lilian rascándose la nuca antes de cruzarse de brazos-. No os peleéis como un par de cachorros. Y tú, Angel, deja de hacerlo de rabiar.
-Lo que tú digas, pero mejor será que las dos os pongáis algo de ropa que os cubra más, o creo que pasaré al postre antes de ir a por la cena. –Le indicó Angel relamiéndose y mirando a ambas, haciendo que Raksha gritara y se cubriera como mejor podía con las manos.
- ¡Te recuerdo que ahí también está mi chica, detestable pulgoso! –Exclamó Siekfried rodeándole el cuello con un brazo.
-Ok ok. Te dejaré probar un poco también, cuando termine con Raksha. –Comentó Angel sonriendo y encogiéndose de hombros.
- ¡La madre que te…! –Exclamó Siekfried tirando de él y haciendo que cayera de espaldas.
-Suspiro-. Dejemos a los dos ahí peleándose. –Comentó Lilian mirando a Raksha-. Pongámonos cómodas y preparémonos para la cena.
Diciendo esto, ambas chicas nuevamente se ataviaron con las ropas que tenían previamente a que ellos llegaran, tras lo cual, cada una se encargó de su compañero, reprendiéndolo para que dejara de regañar, y también se arreglara.
Varios minutos después…
-Eso es. –Expresó Lilian mirando a Angel y Siekfried ya arreglados para la ocasión-. Cuando quieren también se ponen guapos.
-He he. Así es. –Respondió Raksha sonriendo a su lado, mirándolos también.
- ¿Entonces qué? –Preguntó Angel mirando a ambas-. ¿Vamos a comer, o empezamos a comeros?
-Cuanta sutileza… -Susurró Lilian llevándose una mano a la cara, mientras Raksha se reía.
-La comida ya está, así que sed buenos y ayudadnos a poner la mesa. –Expresó Raksha agarrando a Siekfried por una mano y llevándoselo a la cocina.
-Para otra vez, no esperes tanto para jugar con tus amigas. –Le indicó Angel a Lilian acercándose a ella y besándola-. Lamento haber llegado e interrumpido tu coqueteo, pero lamento más aun, el quedarme con las ganas, tras veros así.
-Bueno. -Expresó Lilian lanzando una garra a la entrepierna de su compañero, haciendo que saltara por la impresión-. Luego te quitaré todas esas ganas. Puedes estar seguro de ello.
-No tengo la menor duda. –Le susurró Angel al oído.
-Venga. Ayudemos nosotros también.
Con esto, entre los cuatro dieron los últimos retoques a la mesa y a la comida, y finalmente ya servida la cena y los cuatro sentados, agarraron sus copas llenas de vino, y sonriendo brindaron sobre la mesa, deseándose mutuamente una feliz navidad, y un próspero año nuevo, antes de lanzarse los chicos como posesos sobre la comida, ante la atónita mirada de sus compañeras. Entonces tras la cena y antes de pasar a asuntos más delicados…
-Angel. ¿Por qué no felicitas a nuestros lectores antes de que ocupe tus manos y hocico? –Le indicó Lilian al oído pasando por su lado.
-Suspiro-. ¿Tengo que hacerlo? –Preguntó Angel con expresión de desgana-. Preferiría ir a por el postre antes de que se enfríe.
-Lo único que se va a enfriar a este paso, va a ser tu hueco en la cama, como no pongas un poquito de tu parte. –Le recalcó Lilian tocándole la nariz con un dedo y mirándolo seriamente.
-Ok ok. No hay por qué recurrir a medidas extremas. –Expresó Angel sorprendido, incorporándose de golpe-. Veamos… Esto… Arrggg, que carajo. Queridos lectores de sangre de dragón…
-Pero que mentiroso… -Susurró Siekfried mirándolo de reojo.
-Tú calla, o acabarás recibiendo también. Por donde iba… Ah, sí. Un servidor, así como todos aquellos que a mi lado permanecen, os deseamos una feliz navidad, así como un próspero año nuevo 2016, e igualmente esperamos que los próximos volúmenes de nuestras andanzas, sean de vuestro agrado, y mantengan o superen el nivel de calidad que se ha intentado dar, tanto en el texto como en las ilustraciones. Soy consciente que el escritor encargado de ello, no es precisamente un genio o un experto en la materia, y lo mismo se puede decir del ilustrador, pero es lo que nos ha tocado... ¡Auch! –Exclamó al recibir un codazo de Lilian.
-Vigila esa lengua o te aseguro que tu compañera te la cortara. –Le señaló Raksha con expresión risueña.
-Que tiquismiquis… Pues eso. Pasadlo bien en estas fiestas, e intentad cumplid algunas metas para el año que nuevo que se avecina. Ya sabéis. Metas personales, o en caso de no tenerlas, preocuparos un poco por el trasero de vuestro compañero o compañera, porque ya sabéis. Agarrádselo fuerte siempre que podáis, ya que hasta esa parte necesita su ración de amor, aunque esta ración se de en forma de golpes con la… ¡Ay!
-Ya te daré yo ración. –Le replicó Lilian tras pellizcarle un brazo-. Raksha, coged la habitación de la izquierda, y disculpadnos si el volumen en un rato es un poco alto. –Expresó a continuación llevándose a Angel por el brazo a la habitación y cerrando la puerta.
- ¿Entonces qué? –Preguntó Siekfried mirando a su compañera-. ¿Le damos salsa al cuerpo, nosotros también?
-Bueno… -Susurró Raksha deslizando un dedo por el pecho de él-. Si te quedas ahí sentado, yo me apañare con mis dedos.
-Ho ho ho. Que te lo has creído. –Le indicó a continuación incorporándose y corriendo tras ella, apenas se dirigió a la habitación, para cerrar la puerta a su espalda en cuanto entraron los dos.
Bueno… Ahora lectores de sangre de dragón, sé que no os va a gustar lo que voy a decir, pero la vida es dura, muy dura. Como soy el narrador, voy a cerrar este capítulo, para disfrutar de la función en ambas habitaciones, así que pasadlo bien. Hasta otra.
Ah, que ya se me olvidaba. Feliz navidad y próspero año nuevo también de mi parte. Ahora sí. Os dejo mordiéndoos los dedos.

ah! Sorry is only Spanish
Una velada a solas.
Es 24 de diciembre, y como marca la tradición, es un día para reunirse con la familia o los amigos, para disfrutar de una cena todos juntos. Nos encontramos en casa de Angel Blackwolf, donde Raksha y Lilian han estado arreglando el ambiente con adornos, y preparando todo para la cena, mientras sus compañeros terminan de trabajar. Ha sido un día duro para ambas, donde apenas han parado, y ya cuando quedan pocas horas para que estos regresen a casa, finalmente se sientan a descansar frente a la chimenea.
-Ufff… Odio que Angel tenga que trabajar precisamente hoy. –Comentó Lilian, tomando un poco de vino, sentada junto a su amiga-. Preparar todo esto, es en verdad duro para uno solo. Te agradezco que me ayudaras con los adornos y la comida.
-He he. Descuida. –Respondió Raksha sonriendo y mirándola-. Es lo menos que podía hacer, tras invitarnos a pasar el día con vosotros. De haberme quedado en casa, hubiera tenido que hacer todo esto yo sola también.
-Suspiro-. Esos idiotas encima no son capaces de darse cuenta de lo duro que trabajamos en casa mientras ellos no están. Seguro que, para variar, ellos solo regresan con idea de sentarse y comerse todo lo que haya en la mesa.
-Qué le vamos a hacer. –Señalo Raksha riéndose y encogiéndose de hombros-. Cuando quieren los dos son un encanto, pero cuando están despistados, ambos son verdaderamente odiosos. –Comentó a continuación mientras acercaba su copa de vino a Lilian para brindar con ella.
- ¡Ha ha ha! Tú lo has dicho. Esto… ¿Te apetece hagamos algo de tiempo probándonos algunos trajes para la velada de mas tarde? –Le preguntó Lilian mirándola.
- ¿No me digas que al final conseguiste los trajes de los que hablamos? –Indagó Raksha con cara de sorpresa.
-Por supuesto. –Respondió Lilian incorporándose y sacando pecho-. No iba a conformarme con la negativa del dependiente de esa tienda. Dame un segundo. –Expresó a continuación dirigiéndose a su habitación y seguidamente regresando con una caja.
-Veamos que has traído. –Expresó Raksha llena de curiosidad mirando en el interior de la caja-. Vaya. ¿Te dieron estos también? –Preguntó a continuación sacando dos trajes que parecían iguales.
-Claro. Creo que puede ser divertido. ¿Nos los probamos? –Preguntó Lilian con cara risueña.
-Supongo que podríamos hacerlo. –Respondió Raksha ruborizándose ligeramente.
Diciendo esto, las dos se metieron en habitación diferentes, y pocos después, salieron ataviadas con trajes de reno que cubrían sus cuerpos prácticamente por completo, salvo por sus caras.
-Awww… Que linda. –Comentó Lilian mirando a Raksha que se mostraba tímida con ese aspecto.
-Tú… ¿Tú crees? –Articuló Raksha totalmente colorada.
-Claro que sí. –Expresó Lilian con expresión risueña-. A ver. Gira sobre ti misma.
- ¿Así? -Masculló Raksha girando lentamente.
-He he. Dudo que haya muchos que pudieran evitar lanzar los colmillos a esas posaderas, ya que el traje te lo marca muy bien. –Señaló Lilian mirándole el trasero pícaramente, provocando que Raksha rápidamente la mirara y se llevara las manos sobre las nalgas.
-Vas a hacer que me ruborice como digas esas cosas. –Comentó Raksha mirándola.
-Créeme. Ya lo estás. –Contestó Lilian haciéndole un guiño-. ¿Quieres probarte alguno más?
-Déjame ver. –Expresó Raksha mirando nuevamente dentro de la caja-. Oh. Si no te importa, creo que yo me quedaré con este.
-He he. Adelante, pruébatelo. –Respondió Lilian sonriendo y haciéndole un guiño, al verla coger lo que parecía un traje de Mama Noel.
- ¿Ahora? –Preguntó Raksha extrañada.
-Claro. –Respondía Lilian cogiendo otro traje de la caja-. ¿Acaso te da vergüenza que otra chica te vea?
-Por supuesto que no. –Replicó Raksha intentando disimular lo nerviosa que estaba-. Pero si lo hago, tú también cámbiate aquí.
-Eso pensaba hacer. –Respondió Lilian sonriendo.
Sin decir más, ambas comenzaron a quitarse el traje de Reno, pero mientras que Raksha intentaba ocultar como se sentía, Lilian por el contrario no apartaba la mirada de su compañera, observando cada curva de su cuerpo, y como la tela se deslizaba por ella mientras se desnudaba. Finalmente, las dos quedaron nada más que en ropa interior, así que mientras Raksha se ataviaba el traje de Mama Noel, que remarcaba notablemente su busto, Lilian hizo lo propio con un traje de noche de color carmesí que igualmente marcaba sus atributos.
-Vaya vaya vaya. Estoy segura que Siekfried se va a alegrar mucho viéndote así. –Expresó Lilian acercándose lentamente a ella.
- ¿Tú crees? –Preguntó Raksha intimidada, mientras su amiga se acercaba y seguidamente se quedaba ante ella, sujetándole el mentón y mirándola fijamente a los ojos.
-Te lo aseguro. Feliz Navidad. –Le indicó Lilian sin dejar de mirarla, mientras lentamente aproximaba sus labios.
-Feliz na… -Fue a responder Raksha cuando Lilian la silenció besándola en los labios, provocando que se quedara completamente inmóvil.
-He he. Me encanta esa cara. –Respondió Lilian separándose y sonriendo, observando el rostro colorado y jadeante de Raksha.
- ¿Por qué has hecho eso? –Preguntó Raksha llevándose una mano al pecho, sintiendo como si su corazón fuera a salirse de un momento a otro.
-Me apetecía hacerlo, y tus labios pedían a gritos que lo hiciera. –Comentó Lilian observándola lascivamente mientras se relamía.
- ¿Entonces es cierto que tienes este tipo de juegos con Anrhina y su compañera? –Preguntó Raksha sorprendida-. Siekfried me lo había comentado, pero no acababa de creérmelo.
-Bueno… A veces simplemente hay que dejarse llevar. –Respondió Lilian acercándose nuevamente, haciendo que Raksha retrocediera, pero tropezó con el pliegue de la alfombra, momento en que Lilian la sujetó, y seguidamente la tumbó lentamente antes de colocarse encima-. Puedo notar lo nerviosa que estás, pero no percibo que quieras que me detenga. ¿Me equivoco? –Preguntó a continuación, aguardando por varios segundos una respuesta.
El silenció de Raksha, simplemente le indicaba a Lilian que no se detuviera, así que sonriendo arrimó nuevamente sus labios, y mientras la besarla, sus manos se deslizaban por el cuerpo de Raksha, buscando los botones de la toga que la cubría. Lentamente y con inusitada habilidad, Lilian lentamente fue descubriendo a Raksha sin dejar de besarla, y cuando finalmente la tuvo mostrando la ropa interior, observó su rostro jadeante y enrojecido.
-Eres en verdad como un regalo de navidad esperando que lo desenvuelvan. –Susurró Lilian, desvistiéndose también y lamiéndole el cuello, al tiempo que descendía por el cuerpo lentamente, provocando que Raksha gimiera y sus manos se agarraran con fuerza a la alfombra.
Entonces, en el momento que Lilian liberó el cierre central del sostén de Raksha, esta instintivamente se apresuró a llevar las manos sobre sus pechos, pero Lilian rápidamente le sujetó las muñecas y negó con la cabeza.
-No no no. No seas una chica mala. –Le indicó Lilian sonriendo, llevando las manos de Raksha nuevamente a la alfombra, antes de empezar a lamerle los pezones.
-Se… Se siente muy extraño. –Masculló Raksha con el rostro jadeante, sin saber cómo colocar las manos, al tiempo que su cuerpo se arqueaba.
-Creo que tengo mucho que enseñarte. –Señaló Lilian deslizando su lengua entre los pechos, y bajando lentamente hasta que llegó entre los muslos, momento en que se relamió-. Bueno bueno. Ha llegado el momento del plato principal.
En el momento que Lilian metió el hocico entre las piernas de Raksha, esta gritó e instintivamente se incorporó y llevó las manos sobre la cabeza de Lilian, mientras esta la lamia ávidamente y le introducía la lengua. Raksha gemía y jadeaba mientras Lilian lamía ávidamente, provocando que uno tras otro, los orgasmos hicieran sacudir todo el cuerpo de su amiga, hasta que agotada esta cayó de espaldas, mientras Lilian repasaba lentamente los muslos húmedos por los fluidos descargados.
-Deliciosa. –Expresó Lilian colocándose nuevamente sobre ella, y mirándola a los ojos.
-Ahh… Ahh… -Jadeaba Raksha inmóvil durante varios segundos intentando recuperar el aliento sin apartar la mirada de los ojos de Lilian, tras lo cual, alzó sus brazos, y abrazándola, buscó sus labios para besarla.
Lilian por supuesto, correspondió el beso, así que las dos rodaron por la alfombra mientras mutuamente se buscaban una a la otra, momento en que la puerta principal se abrió.
-Pues cómo te iba diciendo, eso fue una verdadera… -Estaba comentando Angel, cuando entró seguido por Siekfried, y los dos se encontraron con aquella escena-. Esto…
- ¿¡Raksha!? –Preguntó Siekfried sorprendido, al verla tumbada con Lilian encima, y las dos solo en ropa interior.
-He hey hey. Mira para otro lado. –Le indicó Angel a Siekfried colocándose ante el para que no pasara.
- ¿¡Como que mire para otro lado!? –Replicó Siekfried visiblemente molesto.
-Esto es demasiado para ti. Lo hago por tu bien. –Le indicó Angel con sonrisa burlona-. No quiero que te mueras por hemorragia nasal.
- ¡Pero serás…! –Fue a replicar Siekfried cuando Lilian y Raksha se incorporaron.
-Vamos vamos, chicos. –Expresó Lilian rascándose la nuca antes de cruzarse de brazos-. No os peleéis como un par de cachorros. Y tú, Angel, deja de hacerlo de rabiar.
-Lo que tú digas, pero mejor será que las dos os pongáis algo de ropa que os cubra más, o creo que pasaré al postre antes de ir a por la cena. –Le indicó Angel relamiéndose y mirando a ambas, haciendo que Raksha gritara y se cubriera como mejor podía con las manos.
- ¡Te recuerdo que ahí también está mi chica, detestable pulgoso! –Exclamó Siekfried rodeándole el cuello con un brazo.
-Ok ok. Te dejaré probar un poco también, cuando termine con Raksha. –Comentó Angel sonriendo y encogiéndose de hombros.
- ¡La madre que te…! –Exclamó Siekfried tirando de él y haciendo que cayera de espaldas.
-Suspiro-. Dejemos a los dos ahí peleándose. –Comentó Lilian mirando a Raksha-. Pongámonos cómodas y preparémonos para la cena.
Diciendo esto, ambas chicas nuevamente se ataviaron con las ropas que tenían previamente a que ellos llegaran, tras lo cual, cada una se encargó de su compañero, reprendiéndolo para que dejara de regañar, y también se arreglara.
Varios minutos después…
-Eso es. –Expresó Lilian mirando a Angel y Siekfried ya arreglados para la ocasión-. Cuando quieren también se ponen guapos.
-He he. Así es. –Respondió Raksha sonriendo a su lado, mirándolos también.
- ¿Entonces qué? –Preguntó Angel mirando a ambas-. ¿Vamos a comer, o empezamos a comeros?
-Cuanta sutileza… -Susurró Lilian llevándose una mano a la cara, mientras Raksha se reía.
-La comida ya está, así que sed buenos y ayudadnos a poner la mesa. –Expresó Raksha agarrando a Siekfried por una mano y llevándoselo a la cocina.
-Para otra vez, no esperes tanto para jugar con tus amigas. –Le indicó Angel a Lilian acercándose a ella y besándola-. Lamento haber llegado e interrumpido tu coqueteo, pero lamento más aun, el quedarme con las ganas, tras veros así.
-Bueno. -Expresó Lilian lanzando una garra a la entrepierna de su compañero, haciendo que saltara por la impresión-. Luego te quitaré todas esas ganas. Puedes estar seguro de ello.
-No tengo la menor duda. –Le susurró Angel al oído.
-Venga. Ayudemos nosotros también.
Con esto, entre los cuatro dieron los últimos retoques a la mesa y a la comida, y finalmente ya servida la cena y los cuatro sentados, agarraron sus copas llenas de vino, y sonriendo brindaron sobre la mesa, deseándose mutuamente una feliz navidad, y un próspero año nuevo, antes de lanzarse los chicos como posesos sobre la comida, ante la atónita mirada de sus compañeras. Entonces tras la cena y antes de pasar a asuntos más delicados…
-Angel. ¿Por qué no felicitas a nuestros lectores antes de que ocupe tus manos y hocico? –Le indicó Lilian al oído pasando por su lado.
-Suspiro-. ¿Tengo que hacerlo? –Preguntó Angel con expresión de desgana-. Preferiría ir a por el postre antes de que se enfríe.
-Lo único que se va a enfriar a este paso, va a ser tu hueco en la cama, como no pongas un poquito de tu parte. –Le recalcó Lilian tocándole la nariz con un dedo y mirándolo seriamente.
-Ok ok. No hay por qué recurrir a medidas extremas. –Expresó Angel sorprendido, incorporándose de golpe-. Veamos… Esto… Arrggg, que carajo. Queridos lectores de sangre de dragón…
-Pero que mentiroso… -Susurró Siekfried mirándolo de reojo.
-Tú calla, o acabarás recibiendo también. Por donde iba… Ah, sí. Un servidor, así como todos aquellos que a mi lado permanecen, os deseamos una feliz navidad, así como un próspero año nuevo 2016, e igualmente esperamos que los próximos volúmenes de nuestras andanzas, sean de vuestro agrado, y mantengan o superen el nivel de calidad que se ha intentado dar, tanto en el texto como en las ilustraciones. Soy consciente que el escritor encargado de ello, no es precisamente un genio o un experto en la materia, y lo mismo se puede decir del ilustrador, pero es lo que nos ha tocado... ¡Auch! –Exclamó al recibir un codazo de Lilian.
-Vigila esa lengua o te aseguro que tu compañera te la cortara. –Le señaló Raksha con expresión risueña.
-Que tiquismiquis… Pues eso. Pasadlo bien en estas fiestas, e intentad cumplid algunas metas para el año que nuevo que se avecina. Ya sabéis. Metas personales, o en caso de no tenerlas, preocuparos un poco por el trasero de vuestro compañero o compañera, porque ya sabéis. Agarrádselo fuerte siempre que podáis, ya que hasta esa parte necesita su ración de amor, aunque esta ración se de en forma de golpes con la… ¡Ay!
-Ya te daré yo ración. –Le replicó Lilian tras pellizcarle un brazo-. Raksha, coged la habitación de la izquierda, y disculpadnos si el volumen en un rato es un poco alto. –Expresó a continuación llevándose a Angel por el brazo a la habitación y cerrando la puerta.
- ¿Entonces qué? –Preguntó Siekfried mirando a su compañera-. ¿Le damos salsa al cuerpo, nosotros también?
-Bueno… -Susurró Raksha deslizando un dedo por el pecho de él-. Si te quedas ahí sentado, yo me apañare con mis dedos.
-Ho ho ho. Que te lo has creído. –Le indicó a continuación incorporándose y corriendo tras ella, apenas se dirigió a la habitación, para cerrar la puerta a su espalda en cuanto entraron los dos.
Bueno… Ahora lectores de sangre de dragón, sé que no os va a gustar lo que voy a decir, pero la vida es dura, muy dura. Como soy el narrador, voy a cerrar este capítulo, para disfrutar de la función en ambas habitaciones, así que pasadlo bien. Hasta otra.
Ah, que ya se me olvidaba. Feliz navidad y próspero año nuevo también de mi parte. Ahora sí. Os dejo mordiéndoos los dedos.
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