Capitulo 4 : bosque ajeno, objeto perdido
Estuvimos caminando mucho en la ruta rumbo al siguiente pueblo y decidimos en detenernos un momento para descansar.
- Estoy cansado – dice Drake cayendo al suelo.
- descansemos un poco. – Dijo Yunko sentándose y saca de su mochila botellas con agua – tomen.
- Gracias – recibiendo la botella.
- ahhh, necesitaba eso. – recibe la botella y empieza a beber mucho.
Luego de beber nos recostamos en el suelo y mirábamos el cielo, quise ver las monedas que me había dado el alcalde, me gustaba mucho como se veían.
- oigan, ¿saben algo de esto?
- ehh… la verdad ni idea. No sabemos nada de eso.
- ¿intentaste hacer algo para que funcione?
- Aún nada – tocaba unos botones para ver si hacía algo, pero nada.
Luego del descanso estaba viendo alrededor y se sentía bien tranquilo, una calma bien pacífica. Quedaba más que caminar en el sendero que vamos, y más allá veo un gran bosque con un aspecto bien tenebroso, se sentía llegar un aire bien áspero.
-hmmm, bueno, ¿seguimos? – decía al levantarme.
-sí, levántate Drake… ¿Drake?
Vimos que Drake se quedó dormido, sí que estaba muy cansado por todo lo que caminamos.
- Qué tal si llevo sus cosas y llevas a Drake a tu espalda, ¿te parece?
- ningún problema – toma a Drake acomodándolo en su espalda mientras lleva su mochila y su pelota.
Caminando y acercándonos más al bosque, notaba que sí se veía tenebroso, oscuro y espeluznante. Sentía algo de miedo al entrar, entre un árbol viejo vemos que hay un lobo solitario sentado, nos acercamos para preguntarle.
-Disculpe, ¿sabe qué camino tomar para llegar al siguiente pueblo?
El lobo levanta la mirada y nos ve con una cara bien muerta, por cómo estaba parecía que ha estado mucho tiempo aquí.
- La verdad… no tengo idea, no sé a dónde voy, o donde estoy. – decía el lobo con un tono agotado.
Preocupado al ver al joven lobo saque de mi mochila mi botella con agua y le comparti.
- tome – lo ve, lo toma rápido y bebe desesperado, como que no ha tomado en días.
- Hmm… - Yunko se quedaba pensando al examinar el bosque, y recuerda algo. – he oído que cuando entran a este bosque, no vuelven a salir jamás, y puedes perderte completamente.
- ¿en serio? – dije asustado cuando dijo eso. – entonces debemos seguir bien el camino, a ver si… - al voltear para ver la entrada vi que había desaparecido, lo que había solo eran árboles. - ¿Ahh?
- ¿Qué pasa?
- Ya no está la entrada al bosque, no caminamos mucho dentro, ¿o sí?
Yunko se sorprende asustado y viendo alrededor como si nos hubiéramos perdido así nada más.
-Pero… ¡¿Qué acaba de pasar?!
-Cuando entras, te pierdes enseguida, lo mismo me paso con mis amigos.
-Ay, esto es malo – preocupado miraba por todos lados para poder hacer algo, sentía como si estaría rodeado en un callejón sin salida.
-¿Qué tal si vamos en dirección recta? No quiero estar todo el tiempo aquí, hasta ya me esta empezando a asustar esto.
-S-Si, mejor… vamos hacia allá. – tratando de calmarme y veo al lobo. – Oye, ¿No vienes? – lo miraba con extrañeza.
-¿En serio? – me miraba como si le llegara un milagro.
-Claro, es mejor ir que estar aquí todo el tiempo, no se sabe lo que puede haber.
El joven lobo se levanta dando un gran suspiro y estirándose un poco.
-Muy bien, ah sí, toma, mil gracias. – me devuelve la botella que le di, toma sus cosas y partimos caminando derecho para no perdernos.
Caminando veía que Drake seguía durmiendo, al parecer estaba muy agotado por lo que hemos recorrido. Entre los arboles veía marcas de garras, pensando que podía haber algo, pero no estaba seguro. Más adelante vimos por ahí un pequeño rio.
-Oh que bien, ya hacía falta eso – dijo Yunko aliviado y acomoda a Drake en un tronco cortado.
Dejamos nuestras cosas en el tronco y nos acercamos al río a lavarnos. Se sentía bien fresca y cálida el agua, y el ambiente aquí era bien tranquilo.
Yunko aprovechó de preparar nuestras botellas con el agua del río para el viaje, y el joven lobo ya estaba mejor de ánimo y con energía.
- Uff, ya me siento mejor. – dice el lobo dando un buen respiro.
-Bien, ya que nos recuperamos, sigamos. Yunko, mejor despierta a Drake, que beba antes de que lo dejemos aquí jajaja. – diciéndolo en broma aunque Yunko no le hizo gracia.
Fue a despertar a Drake donde lo había dejado, pero al volver, ya no estaba.
- ¿Drake? ¡Drake! ¡¿Dónde estás?!
Escucho a Yunko gritar y corremos a verlo.
-¡Hey! ¿Qué pasó? ¿Y Drake? – al llegar Drake no estaba, Yunko estaba de un lado a otro viendo donde habrá ido, estaba desesperado. El Lobo al ver esto recordó algo de esto.
- Espero que no sea tarde, esas cosas… - asustado empezaba a temblar, y cruzaba sus brazos.
¿Eh?
Yunko corrió desesperado al bosque buscando a Drake y no alcanzó a escuchar lo que hablaba el lobo.
¡¡Drake!! ¡¡Draaake!!
-¡Espera Yunko! – Corrió tan rápido que no lo alcancé – Tch, hey, ¿de qué hablas? ¿De qué cosas hablas?
-El lobo estaba como en shock de miedo, pero al menos podía hablar.
- Esas criaturas… mataron a mis amigos.
Quedé impactado lo que dijo, supe que él debe saber algo de esto.
- Me cuentas en el camino, vamos a rescatarlos.
-¡No! ¡será imposible! – Gritó desesperado.
-Pero… hg, si no iras, entonces yo iré, no quiero perderlos.
Así que fui corriendo a rescatarlos y el lobo se quedó ahí con miedo. Andaba por los arboles buscando a Yunko y a Drake pero no los encontraba, era un bosque bien grande que ni sabía dónde iba, y no veía sus huellas. Cansado vi algo en un arbusto, era la botella de Yunko, lo tome y pensé que debió pasarle algo. Al buscar siento un ruido raro, y había entrado a un miedo tremendo, estando solo y ya anocheciendo, era aterrador. Camine tranquilo hasta llegar a ver algo, vi humo que salía de un barranco, avance más para ver pero siento que alguien me toma del brazo, me asusté y vi que el que agarro era el lobo, no sé cómo pudo llegar hasta aquí.
- Oye ¿Cómo…? – me tapa la boca estando en silencio.
Al hacer eso toma una piedra, lo lanza y se activa una trampa, cae una red con arañas encima. Eso sí que no me lo esperaba, y en donde las arañas vi 2 cadáveres que estaba solo huesos expandidos.
-Ten cuidado, esos merodeadores tienden trampas para quienes se acercan a su territorio.
Había quedado sin palabras, no sé como pero me salvo la vida. Tomamos otro camino evadiendo trampas y al avanzar escucho algo, como una voz.
¡Mmrrmm… suel...ten…me!
Reconocí que era la voz de Yunko, corrimos para ver hasta que vimos que esos merodeadores eran como monstruos pequeños con aspecto asesino. Nos escondimos rápido entre los arbustos observándolos. Vimos que tenían atado a Yunko en el suelo, tratando de salir.
-¿Qué hacemos?
- Cuando se vayan los demás, lo atacamos y liberamos a tu amigo.
- Ehh, bueno… pero, ¿Qué son?
- Duendes espectros, ellos les quita la energía vital a seres vivos, los almacena en un gran árbol viejo para que surjan más de ellos, y se alimentan de los cuerpos que ya fueron absorbidos.
Eso explica los cadáveres que vi. Con que eso hacen, sabía que había algo raro en este bosque. Estuvimos viendo y vemos que los otros les avisan que traigan a Yunko, lo toman y se lo llevan más allá de lo oscuro.
- tch, sigámosle.
Lo seguimos de lejos con mucha precaución, llegamos donde un gran árbol, debe ser lo que dijo el lobo, dejaron a Yunko frente al árbol y se alejaron y sale dentro un duende bien grande con un bastón.
- Grrr… ¡¿Qué son ustedes?! ¡¿Dónde está mi hermano?!
El gran duende ignorando sus gritos hacía un conjuro frente al árbol, luego el árbol empieza a brillar y lanza una luz hacia su bastón, con todo el poder cargado dice su maleficio en susurro y lo apunta directo a Yunko, y lanza el hechizo para absorberlo.
- ¡Ahora! – con un pedazo de vidrio que el lobo tenía evita que el hechizo le dé a Yunko y lo refleja hacia un duende, agotándolo hasta dejarlo esqueleto. Atacamos a los duendes espectros con lo que pudimos y logramos sacar a Yunko de ahí.
- Uff, uff, por poco y muero. – respirando aliviado del miedo.
-¿Dónde te habías metido?
-¡Cuidado, se acercan!
Los duendes se acercaban con sus armas y otros se escabullían para atraparnos, corríamos mucho para perderlos pero eran bien rápidos, rápidamente Yunko nos toma tirándonos a un hueco bien escondido y nos ocultamos de ellos. Con lo cansado que estábamos descansábamos un poco.
- ¿Qué eran esos? – dice Yunko cansado.
- Duendes espectros, creo que ya lo perdimos.
Mientras hablaban estaba viendo mi brazalete para ver si me transformo otra vez, presionaba unos botones y daba la opción de hacerlo.
- Yunko, ve a buscar a Drake, yo peleare con ellos.
- Alex, ¿estás loco? ¿No viste cómo eran? Ellos te mat –
- Si no hacemos algo todos moriremos, ¿tienes otra idea? – entre el miedo y coraje fui algo bruto al decir eso.
Yunko no sabía qué hacer, y el lobo estaba asustado pero recuperando la calma, tratábamos de quitar nuestro miedo para poder salir de este lugar, pero en eso sentimos que estaban llegando, nos habían encontrado y no sabíamos que hacer.
¡¡Aléjense!!
Al oír esa voz se escuchó un sonido acústico, era tan fuerte que los duendes se alejaron, otros caían de los árboles y huían, al escuchar eso vimos que alguien se acercaba, ahí era Drake, portaba una flauta especial y se veía sano y salvo, habíamos quedado muy sorprendidos por lo que hizo y verlo sin ningún rasguño.
- ¡Drake!
- ¡Drake! – preocupado y aliviado abraza a Drake, soltando unas lágrimas ya que no quería volver a perderlo. - ¿Dónde habías estado?
- Jeje, no lo creerías, pero primero acabemos con ellos, les sugiero que se tapen los oídos.
De su bolsillo saca una pequeña granada y lo lanza, explota y libera un sonido muy chillón y fuerte, que los duendes salen huyendo y unos quedaron con sus oídos lastimados.
-Guau, bien hecho. – dije a ver a Drake con lo que hizo.
-No es nada, jeje, ahora vamos.
Corrimos donde estaba el duende gigante y el árbol misterioso, se veía más como bien místico, entre los arbustos escondidos nos quedábamos haciendo un plan, pero en vez de eso quise ver el medallón que me habían dado, tome una y empezó a brillar, sentía que pasaría algo nuevo.
- Alex, ¿Qué haces? –dijo Yunko al ver como brillaba el medallón.
- Que tal si…
Al introducirlo adentro libera una luz muy brillante que cerré mis ojos por lo intenso que era, empecé a abrirlos poco a poco y estaba como en un lugar vacío, todo blanco, caminé unos pasos y de la nada en toda la sala salieron armas, había espadas, escudos, arcos, armas de fuego, varitas, báculos, había de todo. Al mirar todas las armas trataba de concentrarme en salvar a mis amigos.
-Cierto, a ver, ¿Cuál me serviría?
-Bienvenido Alex.
-¿Eh? ¿Quién está aquí? – mire por todas partes al oír a alguien.
-Aquí, jeje, voltea.
Voltee para ver y era un pequeño zorro, con un traje casi parecido al mío, solo que en vez de una bufanda tenía una capa.
-Soy Shiro Akon, compañero del Guardián Ulises, gusto en conocerte.
- ¿Compañero? – quedaba sorprendido y a la vez algo confundido. – por cierto, ¿Qué lugar es este?
-Como veras es el cuarto de armas, ese medallón que introdujiste en tu radar te permite ahora invocar armas, escudos, lo que sea. – da una sonrisa y con su mano hace un poder para atraer objetos, en eso trae un mazo grande y poderoso. – toma, esto te servirá contra esas criaturas.
- Guau, gracias. – recibo el mazo en mis manos, pareciera algo ligero cuando lo tome, y estaba teniendo dudas de eso.
-Muy bien, ahora ve y acaba con ellos, y libéralos de todo mal.
En eso veo a mi alrededor que todo se aclara, tapé mis ojos otra vez ya que todo se iluminó como antes. Abrí mis ojos de nuevo y estaba ya en el bosque, trasformado en tigre y con el mazo en mis manos. Lástima que pensé que sería liviano pero se volvió una carga bien pesada, apenas podía arrastrarla y apurándome donde mis amigos para salvarlos.
- Muy bien, esto será rápido… ¡si pudiera levantar esto! – decía gritando por estar desilusionado.
Drake, Yunko y el lobo estaban atados frente al duende gigante vigilándolos, mientras los demás estaban buscándome en todos lados, trataba de aflojar lentamente la soga sin que el grande se diera cuenta.
-Bro, tengo miedo. – asustado queda pegado de Yunko.
-Tranquilo, estoy contigo, saldremos de aquí pronto.
-Si es que no nos mata eso. – dijo el lobo viendo al duende gigante, y cortando a escondidas la soga atrás suyo.
- Tch, ya estoy harto, empezare ya con el ritual. – dice el duende gigante tomando su bastón.
Arrastrando el mazo estaba desesperado para ir rápido, respire profundo y lo cargue con todas mis fuerzas para levantarla, armándome de valor en salvarlos. Pude verlos de lejos a mis amigos, y el duende gigante estando su ritual, el mazo no me hizo problema ya que pude cargarlo, no sé cómo, pero corrí hacia allá.
Los duendes ponían al lobo frente al árbol, él se resistía y el duende gigante hace iluminar el árbol, lanza la luz del árbol directo a él y empieza a absorberlo, gritando de dolor. Al oírlo llego y golpeo al duende gigante interrumpiendo el ritual.
- Hhg! – el lobo cae inconsciente.
- ¡¡GRAAA!! ¡¡Como te atreves maldito!! – el duende gigante se levanta y prepara sus puños, pero los bloqueo con el mazo.
- ¡No dejare que dañes a mis amigos! – peleando con él y los demás duendes vienen a atacarme.
- ¡Alex! – Drake y Yunko logran salir de la soga y toca la flauta para debilitarlos. Yunko va donde el lobo a ayudarlo sacándolo de ahí.
- Ya me hartaron, ahora les viene lo feo. – el duende gigante carga su bastón y golpea el suelo causando un gran temblor. Caemos al suelo por el temblor y el duende gigante me toma del brazo.
-Vaya héroe que eres, pero no eres más que un debilucho patético. – me arroja a un lado chocando contra un árbol, quedando adolorido.
-¡Alex!
-Ya verás gato tonto. – Se acerca a Drake transformando su baston en un mazo.
Drake no podía moverse quedando débil, el miedo impedía moverse y los demás estaban con los duendes peleando.
- Ahora si gato, ¡tu merecido! – con el mazo levantándolo para aplastarlo.
- ¡Ahhhh!
-¡Drake! ¡Noooo! – al querer salvar a Drake llegué de un abrir y cerrar de ojos y bloqué su ataque chocando mi mazo con el suyo, por el impulso fuimos empujados y sentía ligero mi mazo, como que ya puedo controlarlo.
- Guau – asombrado y sentía que me hacía mas fuerte.
- Grr, ¡desgraciado! – el duende gigante estaba muy furioso y fue hacia mí con su mazo.
Enfrentándome con él daba con todas con mis fuerzas con nuestros mazos, en querer salvar a todos me daba fuerzas para vencerlo y con un golpe bien cargado mando lejos al duende gigante chocando con el gran árbol. Con ese golpe el árbol cambiaba de color y empezaba a cicatrizarse, al parecer con el golpe di en su punto débil. El aire se ponía tenso y el árbol se quebrajaba dando una gran luz en ella. Los duendes asustados por el árbol huyeron de ahí y nos reunimos para estar juntos.
-¡Oh nooo! ¡Nuestro árbol! ¡Nuestra vida! – gritaba el duende gigante viendo el árbol y lanzaba un gran resplandor, llenando todo el lugar de luz.
Nos cubrimos los ojos por el fuerte resplandor que daba, fuera lo que ha pasado ahí, me gustaría que solo fuera una pesadilla.
Al abrir los ojos veo que ya no estábamos dentro del bosque, miraba alrededor y de lejos veía una ciudad, todos estábamos fuera del bosque, seguramente en la salida.
-Ehh… ¿Qué ha pasado?
-Acaso…
Al levantarnos vimos que el bosque había vuelto a la normalidad, de lejos se veía la entrada y los árboles y arbustos estaba todo normal.
-Eso sí que fue raro.
-Eso… quiere decir que… somos libres. – decía el lobo dando una gran sonrisa y liberaba lágrimas.
Lo que haya pasado dentro de ese bosque fue increíble y tenebroso, el lobo se acerca a nosotros.
-Quiero agradecerles por lo que han hecho, salir de este bosque era imposible, y seguramente mis amigos podrán descansar en paz.
-Jeje, no es nada, todos queríamos salir de ahí. – decía alegre.
-Fue una pesadilla estar ahí dentro, no quiero imaginar cómo era. – decía Yunko y le dio un escalofrío.
-No recuerdo bien lo que paso, pero si había tenido un lindo sueño. – dijo Drake sonriendo.
-Jeje, ¿y a dónde van? – nos preguntaba el lobo.
-Pues la verdad ni idea, estamos yendo por este camino para ver si encontramos un pueblo o ciudad cerca.
-Podría ayudarlos, mas allá está la ciudad Flormagda, es cerca.
-Genial, mientras más seremos mejor. – dije sintiéndome aliviado en tener un guía, esto sí que era un lugar bien grande.
-¿Por cierto cómo te llamas? – preguntaba Yunko al lobo.
-Soy Fernando Stilven.
-Me gusta el nombre. – decía Drake mirando a Fernando.
-Jeje, gracias. – dice sonriendo.
-Muy bien, vamos – preparándonos y teniendo a Fernando como guía nos fuimos directo a la ciudad Flormagda.
En el camino quedaba pensando en aquel zorrito que vi antes, me preguntaba si de verdad es el compañero del espíritu guardián Ulises, y el cuarto de armas que vi me habría gustado aprender a usarlas, podrían ser de gran ayuda. Veía a Drake contándole a Yunko lo que había soñado mientras estábamos en el bosque.
-Al despertar, no sé pero… vi a mamá. – en la parte donde había despertado y no lo encontrábamos. – la seguí donde iba, pero después perdí su rastro.
-¿En serio? – escuchándolo y Yunko empieza a recordar a sus padres, pensando que los habrían protegidos, estando en sus corazones.
- Oye Drake, ¿dónde conseguiste esa flauta?
-Lo encontré entre unas flores, en un bloque de piedra, al tomarla sentía un aire extraño, como que algo se vendría, Al salir de ahí empezaba a tocar la flauta para practicar, quería probar algo nuevo.
-Vaya. – me alegraba oír como lo había pasado Drake, veo que no hubo problemas para él.
-¿Eh?
De repente veo mi brazalete y empieza a sonar, brillaba un botón pareciendo como un aviso, lo presioné y me mostró un mapa, en un punto que mostraba señalaba en donde estábamos, y en donde la ciudad había otro punto, como que algo me estaba mostrando esto.
-Guau, ¿y eso? – dijo Fernando sorprendido.
-No lo sé, ¿Qué será lo que habrá?
Estuvimos caminando mucho en la ruta rumbo al siguiente pueblo y decidimos en detenernos un momento para descansar.
- Estoy cansado – dice Drake cayendo al suelo.
- descansemos un poco. – Dijo Yunko sentándose y saca de su mochila botellas con agua – tomen.
- Gracias – recibiendo la botella.
- ahhh, necesitaba eso. – recibe la botella y empieza a beber mucho.
Luego de beber nos recostamos en el suelo y mirábamos el cielo, quise ver las monedas que me había dado el alcalde, me gustaba mucho como se veían.
- oigan, ¿saben algo de esto?
- ehh… la verdad ni idea. No sabemos nada de eso.
- ¿intentaste hacer algo para que funcione?
- Aún nada – tocaba unos botones para ver si hacía algo, pero nada.
Luego del descanso estaba viendo alrededor y se sentía bien tranquilo, una calma bien pacífica. Quedaba más que caminar en el sendero que vamos, y más allá veo un gran bosque con un aspecto bien tenebroso, se sentía llegar un aire bien áspero.
-hmmm, bueno, ¿seguimos? – decía al levantarme.
-sí, levántate Drake… ¿Drake?
Vimos que Drake se quedó dormido, sí que estaba muy cansado por todo lo que caminamos.
- Qué tal si llevo sus cosas y llevas a Drake a tu espalda, ¿te parece?
- ningún problema – toma a Drake acomodándolo en su espalda mientras lleva su mochila y su pelota.
Caminando y acercándonos más al bosque, notaba que sí se veía tenebroso, oscuro y espeluznante. Sentía algo de miedo al entrar, entre un árbol viejo vemos que hay un lobo solitario sentado, nos acercamos para preguntarle.
-Disculpe, ¿sabe qué camino tomar para llegar al siguiente pueblo?
El lobo levanta la mirada y nos ve con una cara bien muerta, por cómo estaba parecía que ha estado mucho tiempo aquí.
- La verdad… no tengo idea, no sé a dónde voy, o donde estoy. – decía el lobo con un tono agotado.
Preocupado al ver al joven lobo saque de mi mochila mi botella con agua y le comparti.
- tome – lo ve, lo toma rápido y bebe desesperado, como que no ha tomado en días.
- Hmm… - Yunko se quedaba pensando al examinar el bosque, y recuerda algo. – he oído que cuando entran a este bosque, no vuelven a salir jamás, y puedes perderte completamente.
- ¿en serio? – dije asustado cuando dijo eso. – entonces debemos seguir bien el camino, a ver si… - al voltear para ver la entrada vi que había desaparecido, lo que había solo eran árboles. - ¿Ahh?
- ¿Qué pasa?
- Ya no está la entrada al bosque, no caminamos mucho dentro, ¿o sí?
Yunko se sorprende asustado y viendo alrededor como si nos hubiéramos perdido así nada más.
-Pero… ¡¿Qué acaba de pasar?!
-Cuando entras, te pierdes enseguida, lo mismo me paso con mis amigos.
-Ay, esto es malo – preocupado miraba por todos lados para poder hacer algo, sentía como si estaría rodeado en un callejón sin salida.
-¿Qué tal si vamos en dirección recta? No quiero estar todo el tiempo aquí, hasta ya me esta empezando a asustar esto.
-S-Si, mejor… vamos hacia allá. – tratando de calmarme y veo al lobo. – Oye, ¿No vienes? – lo miraba con extrañeza.
-¿En serio? – me miraba como si le llegara un milagro.
-Claro, es mejor ir que estar aquí todo el tiempo, no se sabe lo que puede haber.
El joven lobo se levanta dando un gran suspiro y estirándose un poco.
-Muy bien, ah sí, toma, mil gracias. – me devuelve la botella que le di, toma sus cosas y partimos caminando derecho para no perdernos.
Caminando veía que Drake seguía durmiendo, al parecer estaba muy agotado por lo que hemos recorrido. Entre los arboles veía marcas de garras, pensando que podía haber algo, pero no estaba seguro. Más adelante vimos por ahí un pequeño rio.
-Oh que bien, ya hacía falta eso – dijo Yunko aliviado y acomoda a Drake en un tronco cortado.
Dejamos nuestras cosas en el tronco y nos acercamos al río a lavarnos. Se sentía bien fresca y cálida el agua, y el ambiente aquí era bien tranquilo.
Yunko aprovechó de preparar nuestras botellas con el agua del río para el viaje, y el joven lobo ya estaba mejor de ánimo y con energía.
- Uff, ya me siento mejor. – dice el lobo dando un buen respiro.
-Bien, ya que nos recuperamos, sigamos. Yunko, mejor despierta a Drake, que beba antes de que lo dejemos aquí jajaja. – diciéndolo en broma aunque Yunko no le hizo gracia.
Fue a despertar a Drake donde lo había dejado, pero al volver, ya no estaba.
- ¿Drake? ¡Drake! ¡¿Dónde estás?!
Escucho a Yunko gritar y corremos a verlo.
-¡Hey! ¿Qué pasó? ¿Y Drake? – al llegar Drake no estaba, Yunko estaba de un lado a otro viendo donde habrá ido, estaba desesperado. El Lobo al ver esto recordó algo de esto.
- Espero que no sea tarde, esas cosas… - asustado empezaba a temblar, y cruzaba sus brazos.
¿Eh?
Yunko corrió desesperado al bosque buscando a Drake y no alcanzó a escuchar lo que hablaba el lobo.
¡¡Drake!! ¡¡Draaake!!
-¡Espera Yunko! – Corrió tan rápido que no lo alcancé – Tch, hey, ¿de qué hablas? ¿De qué cosas hablas?
-El lobo estaba como en shock de miedo, pero al menos podía hablar.
- Esas criaturas… mataron a mis amigos.
Quedé impactado lo que dijo, supe que él debe saber algo de esto.
- Me cuentas en el camino, vamos a rescatarlos.
-¡No! ¡será imposible! – Gritó desesperado.
-Pero… hg, si no iras, entonces yo iré, no quiero perderlos.
Así que fui corriendo a rescatarlos y el lobo se quedó ahí con miedo. Andaba por los arboles buscando a Yunko y a Drake pero no los encontraba, era un bosque bien grande que ni sabía dónde iba, y no veía sus huellas. Cansado vi algo en un arbusto, era la botella de Yunko, lo tome y pensé que debió pasarle algo. Al buscar siento un ruido raro, y había entrado a un miedo tremendo, estando solo y ya anocheciendo, era aterrador. Camine tranquilo hasta llegar a ver algo, vi humo que salía de un barranco, avance más para ver pero siento que alguien me toma del brazo, me asusté y vi que el que agarro era el lobo, no sé cómo pudo llegar hasta aquí.
- Oye ¿Cómo…? – me tapa la boca estando en silencio.
Al hacer eso toma una piedra, lo lanza y se activa una trampa, cae una red con arañas encima. Eso sí que no me lo esperaba, y en donde las arañas vi 2 cadáveres que estaba solo huesos expandidos.
-Ten cuidado, esos merodeadores tienden trampas para quienes se acercan a su territorio.
Había quedado sin palabras, no sé como pero me salvo la vida. Tomamos otro camino evadiendo trampas y al avanzar escucho algo, como una voz.
¡Mmrrmm… suel...ten…me!
Reconocí que era la voz de Yunko, corrimos para ver hasta que vimos que esos merodeadores eran como monstruos pequeños con aspecto asesino. Nos escondimos rápido entre los arbustos observándolos. Vimos que tenían atado a Yunko en el suelo, tratando de salir.
-¿Qué hacemos?
- Cuando se vayan los demás, lo atacamos y liberamos a tu amigo.
- Ehh, bueno… pero, ¿Qué son?
- Duendes espectros, ellos les quita la energía vital a seres vivos, los almacena en un gran árbol viejo para que surjan más de ellos, y se alimentan de los cuerpos que ya fueron absorbidos.
Eso explica los cadáveres que vi. Con que eso hacen, sabía que había algo raro en este bosque. Estuvimos viendo y vemos que los otros les avisan que traigan a Yunko, lo toman y se lo llevan más allá de lo oscuro.
- tch, sigámosle.
Lo seguimos de lejos con mucha precaución, llegamos donde un gran árbol, debe ser lo que dijo el lobo, dejaron a Yunko frente al árbol y se alejaron y sale dentro un duende bien grande con un bastón.
- Grrr… ¡¿Qué son ustedes?! ¡¿Dónde está mi hermano?!
El gran duende ignorando sus gritos hacía un conjuro frente al árbol, luego el árbol empieza a brillar y lanza una luz hacia su bastón, con todo el poder cargado dice su maleficio en susurro y lo apunta directo a Yunko, y lanza el hechizo para absorberlo.
- ¡Ahora! – con un pedazo de vidrio que el lobo tenía evita que el hechizo le dé a Yunko y lo refleja hacia un duende, agotándolo hasta dejarlo esqueleto. Atacamos a los duendes espectros con lo que pudimos y logramos sacar a Yunko de ahí.
- Uff, uff, por poco y muero. – respirando aliviado del miedo.
-¿Dónde te habías metido?
-¡Cuidado, se acercan!
Los duendes se acercaban con sus armas y otros se escabullían para atraparnos, corríamos mucho para perderlos pero eran bien rápidos, rápidamente Yunko nos toma tirándonos a un hueco bien escondido y nos ocultamos de ellos. Con lo cansado que estábamos descansábamos un poco.
- ¿Qué eran esos? – dice Yunko cansado.
- Duendes espectros, creo que ya lo perdimos.
Mientras hablaban estaba viendo mi brazalete para ver si me transformo otra vez, presionaba unos botones y daba la opción de hacerlo.
- Yunko, ve a buscar a Drake, yo peleare con ellos.
- Alex, ¿estás loco? ¿No viste cómo eran? Ellos te mat –
- Si no hacemos algo todos moriremos, ¿tienes otra idea? – entre el miedo y coraje fui algo bruto al decir eso.
Yunko no sabía qué hacer, y el lobo estaba asustado pero recuperando la calma, tratábamos de quitar nuestro miedo para poder salir de este lugar, pero en eso sentimos que estaban llegando, nos habían encontrado y no sabíamos que hacer.
¡¡Aléjense!!
Al oír esa voz se escuchó un sonido acústico, era tan fuerte que los duendes se alejaron, otros caían de los árboles y huían, al escuchar eso vimos que alguien se acercaba, ahí era Drake, portaba una flauta especial y se veía sano y salvo, habíamos quedado muy sorprendidos por lo que hizo y verlo sin ningún rasguño.
- ¡Drake!
- ¡Drake! – preocupado y aliviado abraza a Drake, soltando unas lágrimas ya que no quería volver a perderlo. - ¿Dónde habías estado?
- Jeje, no lo creerías, pero primero acabemos con ellos, les sugiero que se tapen los oídos.
De su bolsillo saca una pequeña granada y lo lanza, explota y libera un sonido muy chillón y fuerte, que los duendes salen huyendo y unos quedaron con sus oídos lastimados.
-Guau, bien hecho. – dije a ver a Drake con lo que hizo.
-No es nada, jeje, ahora vamos.
Corrimos donde estaba el duende gigante y el árbol misterioso, se veía más como bien místico, entre los arbustos escondidos nos quedábamos haciendo un plan, pero en vez de eso quise ver el medallón que me habían dado, tome una y empezó a brillar, sentía que pasaría algo nuevo.
- Alex, ¿Qué haces? –dijo Yunko al ver como brillaba el medallón.
- Que tal si…
Al introducirlo adentro libera una luz muy brillante que cerré mis ojos por lo intenso que era, empecé a abrirlos poco a poco y estaba como en un lugar vacío, todo blanco, caminé unos pasos y de la nada en toda la sala salieron armas, había espadas, escudos, arcos, armas de fuego, varitas, báculos, había de todo. Al mirar todas las armas trataba de concentrarme en salvar a mis amigos.
-Cierto, a ver, ¿Cuál me serviría?
-Bienvenido Alex.
-¿Eh? ¿Quién está aquí? – mire por todas partes al oír a alguien.
-Aquí, jeje, voltea.
Voltee para ver y era un pequeño zorro, con un traje casi parecido al mío, solo que en vez de una bufanda tenía una capa.
-Soy Shiro Akon, compañero del Guardián Ulises, gusto en conocerte.
- ¿Compañero? – quedaba sorprendido y a la vez algo confundido. – por cierto, ¿Qué lugar es este?
-Como veras es el cuarto de armas, ese medallón que introdujiste en tu radar te permite ahora invocar armas, escudos, lo que sea. – da una sonrisa y con su mano hace un poder para atraer objetos, en eso trae un mazo grande y poderoso. – toma, esto te servirá contra esas criaturas.
- Guau, gracias. – recibo el mazo en mis manos, pareciera algo ligero cuando lo tome, y estaba teniendo dudas de eso.
-Muy bien, ahora ve y acaba con ellos, y libéralos de todo mal.
En eso veo a mi alrededor que todo se aclara, tapé mis ojos otra vez ya que todo se iluminó como antes. Abrí mis ojos de nuevo y estaba ya en el bosque, trasformado en tigre y con el mazo en mis manos. Lástima que pensé que sería liviano pero se volvió una carga bien pesada, apenas podía arrastrarla y apurándome donde mis amigos para salvarlos.
- Muy bien, esto será rápido… ¡si pudiera levantar esto! – decía gritando por estar desilusionado.
Drake, Yunko y el lobo estaban atados frente al duende gigante vigilándolos, mientras los demás estaban buscándome en todos lados, trataba de aflojar lentamente la soga sin que el grande se diera cuenta.
-Bro, tengo miedo. – asustado queda pegado de Yunko.
-Tranquilo, estoy contigo, saldremos de aquí pronto.
-Si es que no nos mata eso. – dijo el lobo viendo al duende gigante, y cortando a escondidas la soga atrás suyo.
- Tch, ya estoy harto, empezare ya con el ritual. – dice el duende gigante tomando su bastón.
Arrastrando el mazo estaba desesperado para ir rápido, respire profundo y lo cargue con todas mis fuerzas para levantarla, armándome de valor en salvarlos. Pude verlos de lejos a mis amigos, y el duende gigante estando su ritual, el mazo no me hizo problema ya que pude cargarlo, no sé cómo, pero corrí hacia allá.
Los duendes ponían al lobo frente al árbol, él se resistía y el duende gigante hace iluminar el árbol, lanza la luz del árbol directo a él y empieza a absorberlo, gritando de dolor. Al oírlo llego y golpeo al duende gigante interrumpiendo el ritual.
- Hhg! – el lobo cae inconsciente.
- ¡¡GRAAA!! ¡¡Como te atreves maldito!! – el duende gigante se levanta y prepara sus puños, pero los bloqueo con el mazo.
- ¡No dejare que dañes a mis amigos! – peleando con él y los demás duendes vienen a atacarme.
- ¡Alex! – Drake y Yunko logran salir de la soga y toca la flauta para debilitarlos. Yunko va donde el lobo a ayudarlo sacándolo de ahí.
- Ya me hartaron, ahora les viene lo feo. – el duende gigante carga su bastón y golpea el suelo causando un gran temblor. Caemos al suelo por el temblor y el duende gigante me toma del brazo.
-Vaya héroe que eres, pero no eres más que un debilucho patético. – me arroja a un lado chocando contra un árbol, quedando adolorido.
-¡Alex!
-Ya verás gato tonto. – Se acerca a Drake transformando su baston en un mazo.
Drake no podía moverse quedando débil, el miedo impedía moverse y los demás estaban con los duendes peleando.
- Ahora si gato, ¡tu merecido! – con el mazo levantándolo para aplastarlo.
- ¡Ahhhh!
-¡Drake! ¡Noooo! – al querer salvar a Drake llegué de un abrir y cerrar de ojos y bloqué su ataque chocando mi mazo con el suyo, por el impulso fuimos empujados y sentía ligero mi mazo, como que ya puedo controlarlo.
- Guau – asombrado y sentía que me hacía mas fuerte.
- Grr, ¡desgraciado! – el duende gigante estaba muy furioso y fue hacia mí con su mazo.
Enfrentándome con él daba con todas con mis fuerzas con nuestros mazos, en querer salvar a todos me daba fuerzas para vencerlo y con un golpe bien cargado mando lejos al duende gigante chocando con el gran árbol. Con ese golpe el árbol cambiaba de color y empezaba a cicatrizarse, al parecer con el golpe di en su punto débil. El aire se ponía tenso y el árbol se quebrajaba dando una gran luz en ella. Los duendes asustados por el árbol huyeron de ahí y nos reunimos para estar juntos.
-¡Oh nooo! ¡Nuestro árbol! ¡Nuestra vida! – gritaba el duende gigante viendo el árbol y lanzaba un gran resplandor, llenando todo el lugar de luz.
Nos cubrimos los ojos por el fuerte resplandor que daba, fuera lo que ha pasado ahí, me gustaría que solo fuera una pesadilla.
Al abrir los ojos veo que ya no estábamos dentro del bosque, miraba alrededor y de lejos veía una ciudad, todos estábamos fuera del bosque, seguramente en la salida.
-Ehh… ¿Qué ha pasado?
-Acaso…
Al levantarnos vimos que el bosque había vuelto a la normalidad, de lejos se veía la entrada y los árboles y arbustos estaba todo normal.
-Eso sí que fue raro.
-Eso… quiere decir que… somos libres. – decía el lobo dando una gran sonrisa y liberaba lágrimas.
Lo que haya pasado dentro de ese bosque fue increíble y tenebroso, el lobo se acerca a nosotros.
-Quiero agradecerles por lo que han hecho, salir de este bosque era imposible, y seguramente mis amigos podrán descansar en paz.
-Jeje, no es nada, todos queríamos salir de ahí. – decía alegre.
-Fue una pesadilla estar ahí dentro, no quiero imaginar cómo era. – decía Yunko y le dio un escalofrío.
-No recuerdo bien lo que paso, pero si había tenido un lindo sueño. – dijo Drake sonriendo.
-Jeje, ¿y a dónde van? – nos preguntaba el lobo.
-Pues la verdad ni idea, estamos yendo por este camino para ver si encontramos un pueblo o ciudad cerca.
-Podría ayudarlos, mas allá está la ciudad Flormagda, es cerca.
-Genial, mientras más seremos mejor. – dije sintiéndome aliviado en tener un guía, esto sí que era un lugar bien grande.
-¿Por cierto cómo te llamas? – preguntaba Yunko al lobo.
-Soy Fernando Stilven.
-Me gusta el nombre. – decía Drake mirando a Fernando.
-Jeje, gracias. – dice sonriendo.
-Muy bien, vamos – preparándonos y teniendo a Fernando como guía nos fuimos directo a la ciudad Flormagda.
En el camino quedaba pensando en aquel zorrito que vi antes, me preguntaba si de verdad es el compañero del espíritu guardián Ulises, y el cuarto de armas que vi me habría gustado aprender a usarlas, podrían ser de gran ayuda. Veía a Drake contándole a Yunko lo que había soñado mientras estábamos en el bosque.
-Al despertar, no sé pero… vi a mamá. – en la parte donde había despertado y no lo encontrábamos. – la seguí donde iba, pero después perdí su rastro.
-¿En serio? – escuchándolo y Yunko empieza a recordar a sus padres, pensando que los habrían protegidos, estando en sus corazones.
- Oye Drake, ¿dónde conseguiste esa flauta?
-Lo encontré entre unas flores, en un bloque de piedra, al tomarla sentía un aire extraño, como que algo se vendría, Al salir de ahí empezaba a tocar la flauta para practicar, quería probar algo nuevo.
-Vaya. – me alegraba oír como lo había pasado Drake, veo que no hubo problemas para él.
-¿Eh?
De repente veo mi brazalete y empieza a sonar, brillaba un botón pareciendo como un aviso, lo presioné y me mostró un mapa, en un punto que mostraba señalaba en donde estábamos, y en donde la ciudad había otro punto, como que algo me estaba mostrando esto.
-Guau, ¿y eso? – dijo Fernando sorprendido.
-No lo sé, ¿Qué será lo que habrá?
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