Capitulo3.- “la ciudad del viento”
Habiendo escapado del infierno mismo y ahora encontrándose, en una desconocida y enorme ciudad de hierro y concreto, Maxi, antiguo guardián de las puertas del cielo, y Obli, héroe del reino de Uldra, atendían al joven zorro que antes era el esclavo del señor del infierno.
-Estas bien pequeño?- pregunto Maxi preocupado -ah, me duele la cabeza- respondió el bailarín. -recuerdas algo de lo que paso?- le interrogo oblivion. -recuerdo una sombra, recuerdo haber sido como una marioneta, pudieron haber sido cientos o tal ves miles de años... Pero tu me salvaste- el joven esclavo voleo a ver al guerrero. -si, cuando peleaba con tigo sentí que corazón no era el de alguien que hace la guerra o disfruta de la matanza, sino mas bien un corazón noble siendo controlado por una fuerza oscura, por eso decidí traerte con nosotros- explico el felino. -gracias señor- respondió el zorrito. -Puedes llamarme oblivion- sonrió. -Y yo soy kogi-. -como es que te convertiste en esclavo del diablo kogi?- pregunto Maxi. - no lo recuerdo muy bien- respondió. -mi mundo estaba al borde de la destrucción, y para detener el Apocalipsis la gente decidió ofrecerme como sacrificio- explico. -recuerdas de que mundo vienes?- interrogo el conejo. -el reino del fuego- asintió kogi. -vendrás con nosotros- indico Obli. - como te atreves a decidir por los demás “oblivion”- dijo Maxi enojado. -Primero me sacas a mi de donde estaba y luego acarreas a este pobre zorro en tus locas aventuras- exclamo. - como bien dijiste antes Maxi, en mi tierra fui entrenado para ser un héroe, no podía dejar que te siguieran torturando y que el siguiera siendo una marioneta de un señor oscuro, creo que si logramos salir del infierno mismo podremos llegar aun mas lejos-. -Que te propones?- contesto Maxi. -llevarlos al paraíso- respondió el héroe con una sonrisa. -quien demonios eres?- pregunto el conejo rosa algo frustrado. -era oblivion, segundo paladín y héroe del reino al otro lado del crepúsculo, Uldra-. Respondió el felino escondiendo su mirada detrás del fleco de su cabello. -por que dices era?-. -por que mi mundo no existe mas, le fallé a toda mi gente cuando mas me necesitaba- dijo Obli apretando los dientes. -tienes que aceptar que hay cosas que no puedes controlar por mas fuerte que creas ser- explico Maxi intentando calmar al felino. -lo se- respondió. -pero también hay cosas que creo que si puedo lograr, creo que puedo llevarlos al paraíso...-. -no cargues el peso del mundo tu solo- interrumpió kogi con una sonrisa. -si llegamos al paraíso, lo haremos todos juntos... Iré. Gracias por haberme sacado de ese oscuro lugar- se levanto del suelo., como alistándose para ir a donde fuera necesario. -Si ese es el caso- dijo Maxi. -necesitamos un plan. Si aun conservo mi poder, todavía puedo abrir las puertas del cielo, solo tenemos que llegar a ellas-. Indicó. - en donde están?- pregunto Obli. -ahí- respondió el conejo señalando la luna en el cielo matutino. - si no me equivoco esta es la tierra del viento; podía ver este lugar desde el palacio de la luna, si queremos llegar al paraíso, tenemos que hallar la forma de llegar hasta ahí, eso sin contar que ahora que escapamos del infierno no creo que los jueces se queden con los brazos cruzados, seguramente enviaran a sus asesinos tras nosotros- indicó. -en ese caso estaremos listos para el combate- exclamo Obli poniendo su mano sobre el tatuaje de su pecho. -eres muy apasionado oblivion, cuéntame acerca de esa arma tan rara que llevas, y lo que hiciste en el recinto del diablo, eso fue sorprendente- pidió Maxi. -mi espada - explico el héroe. -es “la lagrima del sol”. un día los dioses enviaron desde el cielo una lluvia de rocas incandescentes, los sabios de Uldra, forjaron con ellas esta mandoble, un arma con el poder de los mismísimos dioses, pero nadie podía levantarla siquiera del suelo, se decía que solo un espíritu muy fuerte podría levantarla y contener su poder. en aquel entonces yo era solo un niño, levante la espada como si nada, entonces empezó mi entrenamiento de Héroe- relato oblivion. - se ve que tienes un espíritu muy fuerte- asintió kogi. -bueno mi padre era un demonio de fuego, y mi madre una doncella al servicio de los dioses-. -como es que la espada esta dentro de ti?- pregunto Maxi -la lagrima del sol no es algo que pueda levantar con fuerza física, es algo que se sostiene con fuerza de voluntad, con el corazón, del mismo modo no es algo que pueda ser guardado en una funda convencional, ella se alberga en el espíritu de quien la porta- explico el felino. -Wow!- Exclamo kogi. -crees que yo podría usar un arma así?-. -sin duda, cuando llegue el momento- respondió Obli -después de todo tienes un espíritu de fuego- sonrió. De pronto, rompiendo con la charla se escucho un tremendo gruñido proveniente del interior del estomago de los tres fugitivos. -aaah- dijo Maxi- supongo que una de las desventajas de estar vivo es que tenemos que comer-. - pero no tememos dinero- dijo Obli alarmado. -yo puedo vender algunas de las joyas que lleva mi traje- dijo el conejo. - tu te tendrás que deshacer de algunas partes de tu armadura- le indico al gato. -y tu...- volteando a ver a kogi quien apenas y llevaba pequeñas prendas cubriéndolo. - tu quédate así- dijo.
-En marcha- exclamo Obli.
Después de vender las prendas que llevaban consigo, pudieron comprar comida e incluso ropa nueva para no llamar la atención entre la gente de la ciudad del viento.
Caminaban entre las calles de la ciudad preguntándose como podrían llegar mas allá del espacio hasta la luna cuando pasaron cerca de una tienda en donde vendían artículos eléctricos en las vitrinas enormes pantallas proyectaban, imágenes gravadas, invento que no llamo demasiado la atención de oblivion y Maxi quienes se encontraban demasiado abstraídos ideando un plan, pero kogi corrió fascinado a observar los extraños aparatos. -Hey miren esto- intentó llamar la atención de sus compañeros. Si, si, fascinantes aparatos, pero no tenemos tiempo para eso- respondieron ambos. -No, miren eso!- respondió kogi señalando una de las pantallas en donde se proyectaba un reportaje acerca de una nave para viajar al espacio, construida por los científicos y militares del reino del viento. -esa cosa nos puede llevar a la luna!- grito el zorrito emocionado.
Fin del capitulo3.
continuara en el capitulo 4 "basilisco"
Habiendo escapado del infierno mismo y ahora encontrándose, en una desconocida y enorme ciudad de hierro y concreto, Maxi, antiguo guardián de las puertas del cielo, y Obli, héroe del reino de Uldra, atendían al joven zorro que antes era el esclavo del señor del infierno.
-Estas bien pequeño?- pregunto Maxi preocupado -ah, me duele la cabeza- respondió el bailarín. -recuerdas algo de lo que paso?- le interrogo oblivion. -recuerdo una sombra, recuerdo haber sido como una marioneta, pudieron haber sido cientos o tal ves miles de años... Pero tu me salvaste- el joven esclavo voleo a ver al guerrero. -si, cuando peleaba con tigo sentí que corazón no era el de alguien que hace la guerra o disfruta de la matanza, sino mas bien un corazón noble siendo controlado por una fuerza oscura, por eso decidí traerte con nosotros- explico el felino. -gracias señor- respondió el zorrito. -Puedes llamarme oblivion- sonrió. -Y yo soy kogi-. -como es que te convertiste en esclavo del diablo kogi?- pregunto Maxi. - no lo recuerdo muy bien- respondió. -mi mundo estaba al borde de la destrucción, y para detener el Apocalipsis la gente decidió ofrecerme como sacrificio- explico. -recuerdas de que mundo vienes?- interrogo el conejo. -el reino del fuego- asintió kogi. -vendrás con nosotros- indico Obli. - como te atreves a decidir por los demás “oblivion”- dijo Maxi enojado. -Primero me sacas a mi de donde estaba y luego acarreas a este pobre zorro en tus locas aventuras- exclamo. - como bien dijiste antes Maxi, en mi tierra fui entrenado para ser un héroe, no podía dejar que te siguieran torturando y que el siguiera siendo una marioneta de un señor oscuro, creo que si logramos salir del infierno mismo podremos llegar aun mas lejos-. -Que te propones?- contesto Maxi. -llevarlos al paraíso- respondió el héroe con una sonrisa. -quien demonios eres?- pregunto el conejo rosa algo frustrado. -era oblivion, segundo paladín y héroe del reino al otro lado del crepúsculo, Uldra-. Respondió el felino escondiendo su mirada detrás del fleco de su cabello. -por que dices era?-. -por que mi mundo no existe mas, le fallé a toda mi gente cuando mas me necesitaba- dijo Obli apretando los dientes. -tienes que aceptar que hay cosas que no puedes controlar por mas fuerte que creas ser- explico Maxi intentando calmar al felino. -lo se- respondió. -pero también hay cosas que creo que si puedo lograr, creo que puedo llevarlos al paraíso...-. -no cargues el peso del mundo tu solo- interrumpió kogi con una sonrisa. -si llegamos al paraíso, lo haremos todos juntos... Iré. Gracias por haberme sacado de ese oscuro lugar- se levanto del suelo., como alistándose para ir a donde fuera necesario. -Si ese es el caso- dijo Maxi. -necesitamos un plan. Si aun conservo mi poder, todavía puedo abrir las puertas del cielo, solo tenemos que llegar a ellas-. Indicó. - en donde están?- pregunto Obli. -ahí- respondió el conejo señalando la luna en el cielo matutino. - si no me equivoco esta es la tierra del viento; podía ver este lugar desde el palacio de la luna, si queremos llegar al paraíso, tenemos que hallar la forma de llegar hasta ahí, eso sin contar que ahora que escapamos del infierno no creo que los jueces se queden con los brazos cruzados, seguramente enviaran a sus asesinos tras nosotros- indicó. -en ese caso estaremos listos para el combate- exclamo Obli poniendo su mano sobre el tatuaje de su pecho. -eres muy apasionado oblivion, cuéntame acerca de esa arma tan rara que llevas, y lo que hiciste en el recinto del diablo, eso fue sorprendente- pidió Maxi. -mi espada - explico el héroe. -es “la lagrima del sol”. un día los dioses enviaron desde el cielo una lluvia de rocas incandescentes, los sabios de Uldra, forjaron con ellas esta mandoble, un arma con el poder de los mismísimos dioses, pero nadie podía levantarla siquiera del suelo, se decía que solo un espíritu muy fuerte podría levantarla y contener su poder. en aquel entonces yo era solo un niño, levante la espada como si nada, entonces empezó mi entrenamiento de Héroe- relato oblivion. - se ve que tienes un espíritu muy fuerte- asintió kogi. -bueno mi padre era un demonio de fuego, y mi madre una doncella al servicio de los dioses-. -como es que la espada esta dentro de ti?- pregunto Maxi -la lagrima del sol no es algo que pueda levantar con fuerza física, es algo que se sostiene con fuerza de voluntad, con el corazón, del mismo modo no es algo que pueda ser guardado en una funda convencional, ella se alberga en el espíritu de quien la porta- explico el felino. -Wow!- Exclamo kogi. -crees que yo podría usar un arma así?-. -sin duda, cuando llegue el momento- respondió Obli -después de todo tienes un espíritu de fuego- sonrió. De pronto, rompiendo con la charla se escucho un tremendo gruñido proveniente del interior del estomago de los tres fugitivos. -aaah- dijo Maxi- supongo que una de las desventajas de estar vivo es que tenemos que comer-. - pero no tememos dinero- dijo Obli alarmado. -yo puedo vender algunas de las joyas que lleva mi traje- dijo el conejo. - tu te tendrás que deshacer de algunas partes de tu armadura- le indico al gato. -y tu...- volteando a ver a kogi quien apenas y llevaba pequeñas prendas cubriéndolo. - tu quédate así- dijo.
-En marcha- exclamo Obli.
Después de vender las prendas que llevaban consigo, pudieron comprar comida e incluso ropa nueva para no llamar la atención entre la gente de la ciudad del viento.
Caminaban entre las calles de la ciudad preguntándose como podrían llegar mas allá del espacio hasta la luna cuando pasaron cerca de una tienda en donde vendían artículos eléctricos en las vitrinas enormes pantallas proyectaban, imágenes gravadas, invento que no llamo demasiado la atención de oblivion y Maxi quienes se encontraban demasiado abstraídos ideando un plan, pero kogi corrió fascinado a observar los extraños aparatos. -Hey miren esto- intentó llamar la atención de sus compañeros. Si, si, fascinantes aparatos, pero no tenemos tiempo para eso- respondieron ambos. -No, miren eso!- respondió kogi señalando una de las pantallas en donde se proyectaba un reportaje acerca de una nave para viajar al espacio, construida por los científicos y militares del reino del viento. -esa cosa nos puede llevar a la luna!- grito el zorrito emocionado.
Fin del capitulo3.
continuara en el capitulo 4 "basilisco"
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