Capitulo 1
Blitzkrieg

Blitzkrieg, un perro de raza Border Collie un poco más grande que yo, era mi guía en este recorrido. Cuando lo miré por primera vez sentí que era muy serio serio, pero al tiempo me animé a hablarle, y me di cuenta que es amable y parecía de confianza. Su pelaje era blanco, con una que otra mancha negra por ahí y por allá, siendo sus ojos de color café claro.
Al dejar atrás el cuarto donde se encontraba Oráculo, el camino se volvió muy serio. No hablábamos, y solo me mantenía a un paso detrás de él mientras me preguntaba varias cosas respecto a lo que ocurría.
En este mundo, algunos de nosotros poseemos una habilidad especial. La mayoría de ellas no destaca o son muy comunes, pero hay casos en que la habilidad es muy rara y/o muy poderosa. Blitzkrieg parecía poseer uno de esos singulares dones que destacan entre los demás, más no sabía cual era. Oráculo, como ya me lo había dicho mi guía, tenía la habilidad de ver el presente, pasado y futuro, eso era realmente raro y especial para mí. Mi habilidad era… la verdad es que aún no lo sabía, porque esta clase de dones se liberan entre los 16 y 20 años, y aún no llegaba mi tiempo. Pero, por la conversación que tubo Blitzkrieg con mis padres, estaba seguro que yo también poseía una habilidad única y especial.
A donde nos dirigíamos en estos momentos era a una especie de cuartel, para disque enseñarme a controlar esa habilidad que era un secreto. Me preguntaba… ¿a donde nos dirigíamos?, ¿habían más con habilidades únicas? ¿En realidad mi habilidad era así de especial?, ¿Había alguien más con habilidades similares a la mía?, Y… ¿Qué tan única es la habilidad de Blitzkrieg?
-Lo especial en mi es que tengo dos habilidades- dijo Blitzkrieg.
Me detuve cuando escuché la respuesta a mi pregunta, la cual no había formulado en mi boca. Tal vez fue casualidad, así que seguí caminando después.
-Una de mis habilidades es que puedo cambiar mi cuerpo de perro a dragón- decía mientras retrocedía para caminar a mi lado.
-¿Dragón?- pregunté.
-Así es, un dragón negro- dibujó una sonrisa –Y, además de cambiar de forma, también mi carácter cambia a uno más serio y estricto-
-¿Y… tu otra habilidad?-
-Soy psíquico-
“¡¿Psíquico?!” dije a mis adentros.
-Así es, psíquico. Puedo mover objetos con mi mente, además de leer la mente de los demás, y por si fuera poco, esta habilidad se intensifica cuando estoy en mi forma de dragón-
“Woow…” fue lo único que pude decir.
Si lo que me decía era verdad, realmente era “grandioso”. No podría ocultarle nada a él.
-Y no solo a mi- volvió a decir respondiendo a mis pensamientos –Hay otros con habilidades similares a las mías, solo que varían un poco. Por ejemplo, hay un muchacho que puede hacer lo mismo que yo, solo que además de eso, posee la facultad de manipular los sentimientos o pensamientos ajenos-
Quedé en shock, lo cual hizo que Blitzkrieg volviera a reír otro poco.
-Debo presumir que es mi aprendiz. Pero no te preocupes, no usa su habilidad en su beneficio. Y si lo hace, es sancionado-
Eso me relajó un poco, y comencé a caminar de nuevo.
-Entonces… ¿no utilizan sus habilidades en su beneficio?- le pregunté.
-Al menos eso intentamos… nosotros. Porque hay un grupo que las utiliza como se les plazca-
-¿Grupo?- pregunté de nuevo.
Él volvió a asentir –Nosotros nombramos en diferentes rangos a los que poseen habilidades especiales- dijo -. Cuando invitamos a alguien con habilidades especiales a unirse a nosotros, si ese alguien no puede controlar sus habilidades, lo nombramos como “Inicial”, el cual es tu caso-
-Y cuando aprenda a controlar mis habilidades, ¿cómo me llamarán?- pregunté ya interesado en el tema.
-Cuando un “Inicial” aprende a utilizar sus habilidades hasta casi la perfección, lo nombramos como “Guardián”-
-¿Hasta casi la perfección?-
-Es cuando no pierdes el control de tus habilidades tan de seguido-
-Y… ¿es muy complicado llegar a ser Guardián?-
-Casi todos llegan a ser Guardianes- me dijo con poco entusiasmo –Pero, lo que casi nadie puede llegar a ser es el próximo rango-
-Y… ¿ese cual es?-
-Cuando el Guardián aprende a controlar su habilidad a la perfección, es ascendido a ser “Guardián Espiritual”. Siempre y cuando todos los Guardianes Espirituales ya existentes opinen lo mismo-
-Guardián Espiritual…- pensé en voz alta -¿Hay muchos de ellos?-
Negó con la cabeza –En toda la isla solo habemos seis… entre ellos yo- con una sonrisa.
-Increible…- dije casi sin aliento –¿Y te fue muy difícil llegar a ser un Guardián Espiritual?-
-Muchos años de entrenamiento, nada más-
-Valla… ¿y yo podré ser uno también?-
-Si te dedicas lo suficiente- con tono amable.
-Y…- pensando un poco en lo que iba a decir -¿Quiénes de ellos son los que utilizan sus habilidades para su beneficio?-
-Ah… de los que te acabo de mencionar, ninguno…- cambió su tono a uno serio –Lo que ocurre es que, en otra parte del mundo, hay otros encargados de entrenar a los demás para dominar sus habilidades especiales, pero, con la ideología de que siempre deben demostrar el que tienen la razón, sin importar el precio-
-Eso suena egoísta- comenté.
-A ellos no les importa lo que ocurra con los demás, y es por ello que hacen lo que sea para demostrar tener la razón…- guardando un poco de silencio –Al igual que nosotros, ellos nombran en diferentes rangos a los que ahí entrenan. Les llaman “Espectros” a los que no saben utilizar sus habilidades, “Invasores” a los que manipulan sus habilidades casi a la perfección, y “Espectros” a los que manipulan sus habilidades a la perfección-
-Eso se parece a lo de ustedes…- dije.
-Así es. “Espectro” es el equivalente a “Inicial”, “Invasor” a “Guardián”, y “Espectro” a “Guardián Espiritual”-
-Pero supongo que ustedes, los Guardianes Espirituales, son más fuertes que ellos- dije en tono optimista.
-Pues… eso nadie lo sabe. Lo único que sabemos es que ellos son veinte y nosotros solo seis-
-¿Veinte…?-
-Si, lo sé, son muchos. Pero nosotros suponemos que nosotros seis somos igual de fuertes que los cinco más fuertes de ellos-
-Pues… eso equilibra las cosas un poco… un poco, nada más- riéndome un poco al final.
-Lo bueno de todo esto es que Oráculo nos indica donde se encuentra un ser con habilidades, para así poder ir por él-
-En ese caso, ¿fue Oráculo quien les aviso de donde me encontraba?-
-Así es- dijo asintiendo –Solo que, en ocasiones, los Espectros llegan primero que nosotros. Menos mal que no fue esta una de esas ocasiones-
-Si… menos mal…- dije, un poco pensativo.
Él me miró detenidamente, y después sonrió.
-No estás obligado a unirte a nosotros, si piensas que es muy peligroso- me dijo.
-¿A qué te refieres?- le pregunté.
-Digo… lo único que queremos es que los Espectros no te lleven con ellos, que estés a salvo con nosotros. Pero, si crees que es peligroso, puedes regresar a tu hogar. Yo te llevaré de regreso con gusto-
Me detuve a meditar un poco las cosas.
-O bien, puedes seguir adelante- mencionó señalando hacia el frente del camino.
Por el momento no tenía intenciones de regresar, quería evitar algunas cosas. Así que…
-Decido unirme a ustedes- dije.
Blitzkrieg mostró una gran sonrisa, y dijo –Está bien- con tono alegre, al mismo tiempo que ambo continuábamos hacia el frente.

-Y… ¿podrás decirme cual es mi habilidad?- volví a preguntar.
Él soltó una carcajada al escuchar mi pregunta.
-Te demoraste en preguntar- me dijo aún riéndose.
-No quería parecer tan interesado…- dije bajando la voz.
-No te puedo decir cual es tu habilidad, porque no estamos seguros de ella por el momento- me dijo –Pero, cuando sepamos cual es tu habilidad, podrás preguntarle a cualquier Guardián Espiritual y con gusto te la dirá-
-Oh… está bien- dije.
En ese momento, a lo lejos, noté un resplandor, el cual, al irnos acercando, fue aumentando de intensidad. Al llegar a la fuente de esa luz, pude darme cuenta que se trataba de una puerta de madera cerrada, la cual Blitzkrieg abrió sin pensarlo dos veces.


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Aquí subo el primer capitulo de mi primer libro. En este se presenta de una manera más formal a Blitzkrieg, uno de los Guardianes Espirituales de la isla; y a su vez, se explica un poco la cuestión de´la clasificación por rangos de cada individuo.
Blitzkrieg es uno de mis amigos que decidí meter en la historia.