Han pasado 21 años desde que te fuiste de este mundo, pero aún te recuerdo con mucho gusto y amor.

Los tiempos se han vuelto extraños, han pasado cosas que ni en nuestros tiempos habríamos siquiera imaginado.

Creo que te has librado de vivir muchas cosas.

Aunque te extraño, y extraño aquellos buenos tiempos donde, al menos, en parte, podíamos salir a la calle sin miedo a que algo nos pasara. Hoy no es así. Nada es como ayer; nuestro tiempo.

En fin, querido amigo Alonso, te seguiré recordando, porque la infancia es el recuerdo que más he atesorado, y te doy las gracias, aunque no sea físicamente, de que fuiste un buen amigo, y perdóname por quizás no corresponder de la misma manera, fui un niño "extraño".

Estés donde estés, espero un día nos volvamos a ver, y espero sea de la mejor manera.

Te quiero. Dios te tenga siempre presente.

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