dragonwind chronicles capitulo 7
11 years ago
mi peor cambio? - dije después de que me pregunto mi amigo Agelo, (es griego, se traduce: Ángel) me puse a reflexionar, tal vez el cambio con la ardilla había sido el peor, pero no el peor en el sentido en el que Agelo me preguntaba.
-mmm.... Si creo que el peor fue con la hija de mi amiga Karina, en ese tiempo yo acababa de cumplir los 21 y estaba muy emocionado, la verdad, ser mayor de edad en los países que exigen tener veintiuno para beber o hacer cosas como mayor era muy emocionante, a diferencia de Airean donde la mayoría de edad es a los dieciocho hay lugares como los reinos de kinia donde te exigen que seas mas maduro, así que para celebrar fui a kinia con mis primos, ellos tenían un asunto ahí, karina era una linda mujer, una mujer gato que habia tenido un esposo que falleció en las guerras de liberación, resulta que tenia una hija, una hija llamada Lucia, una linda chica gato de 7 que era algo inquieta, no se como decirlo pero creo que se enamoro de mi o algo asi, lo que pasaba era que nunca se apartaba mucho de mi cuando estaba con su mama, karina solo se burlaba y le hacia creer a la chica que ella podía convertirse en mi novia o algo así.
Pero la obsesión de Lucia era algo un poco raro, por eso fue por lo que, cuando decidi quedarme en casa de Karina para pasar el fin de semana, no sabia en lo que me metía, de hecho fue hasta el siguiente siguiente día al despertar, cuando me di cuenta de que no estaba en la habitación de invitados.
desperté en el cuarto de Lucia, un poco en shock por aparecer ahí me baje de la cama y casi me caigo de cara, la cama, ahora era muy alta, demasiado para mi, fue al mirar abajo que note el pelo blanco que cubria mis piernas, y se ocultaba en mis diminutos shorts color rosa.
aun algo incredulo fui hasta el espejo de cuerpo entero del armario y ahi lo vi, un cuerpo de gatita de siete años de edad, la gatita de pelo blanco y plateado tenia mi misma exprecion asustada y me miraba desde el espejo con sus ojos verdes muy abiertos, su nariz rosada le daba un toque de feminidad que rara vez habia visto en un cachorro, vestia con un pijama rosa compuesto de short y una camiseta de tirantes al mirarme en este cuerpo y tocar con las suaves almoadillas de mis patas el rostro de Lucia, quise gritar, hacer algo y regresar a mi cuerpo, pero me di cuenta que no podia accionar mi magia, algo extraño pues sin importar a que cuerpo me cambiara nuca perdi la habilidad, hasta ahora.
-¿te sorprende no poder volver?-dijo mi propia voz desde la puerta, al girarme vi mi propio cuerpo apoyado contra la puerta, intente rugir pero de mis labios solo escapo el maullido mas patetico que e escuchado en mi vida.
-supongo que si- dijo mi propio cuerpo ahora ocupado por Lucia. -mira no te preocupes esto es solo temporal, siempre desee ser un adulto y cuando hablaste con mama de tu habilidad tuve que engañarte para que la usaras conmigo, no lo recuerdas porque anoche te di una copa con algunas hierbas de mama, siempre se le olvida lo que hace cuando las toma pero le dejan dormir como un bebe, por eso ayer antes de dormir te di la copa con las hierbas y tu accediste a cambiar de cuerpos conmigo todo el tiempo que te quedes aqui, al principio dijiste que solo estarias el fin de semana pero gracias a las hierbas te pude convencer de quedarte toda la semana, ya le avisaste a tus primos y todo, asi que espero estés contenta pequeña Lucia.
-mmm.... Si creo que el peor fue con la hija de mi amiga Karina, en ese tiempo yo acababa de cumplir los 21 y estaba muy emocionado, la verdad, ser mayor de edad en los países que exigen tener veintiuno para beber o hacer cosas como mayor era muy emocionante, a diferencia de Airean donde la mayoría de edad es a los dieciocho hay lugares como los reinos de kinia donde te exigen que seas mas maduro, así que para celebrar fui a kinia con mis primos, ellos tenían un asunto ahí, karina era una linda mujer, una mujer gato que habia tenido un esposo que falleció en las guerras de liberación, resulta que tenia una hija, una hija llamada Lucia, una linda chica gato de 7 que era algo inquieta, no se como decirlo pero creo que se enamoro de mi o algo asi, lo que pasaba era que nunca se apartaba mucho de mi cuando estaba con su mama, karina solo se burlaba y le hacia creer a la chica que ella podía convertirse en mi novia o algo así.
Pero la obsesión de Lucia era algo un poco raro, por eso fue por lo que, cuando decidi quedarme en casa de Karina para pasar el fin de semana, no sabia en lo que me metía, de hecho fue hasta el siguiente siguiente día al despertar, cuando me di cuenta de que no estaba en la habitación de invitados.
desperté en el cuarto de Lucia, un poco en shock por aparecer ahí me baje de la cama y casi me caigo de cara, la cama, ahora era muy alta, demasiado para mi, fue al mirar abajo que note el pelo blanco que cubria mis piernas, y se ocultaba en mis diminutos shorts color rosa.
aun algo incredulo fui hasta el espejo de cuerpo entero del armario y ahi lo vi, un cuerpo de gatita de siete años de edad, la gatita de pelo blanco y plateado tenia mi misma exprecion asustada y me miraba desde el espejo con sus ojos verdes muy abiertos, su nariz rosada le daba un toque de feminidad que rara vez habia visto en un cachorro, vestia con un pijama rosa compuesto de short y una camiseta de tirantes al mirarme en este cuerpo y tocar con las suaves almoadillas de mis patas el rostro de Lucia, quise gritar, hacer algo y regresar a mi cuerpo, pero me di cuenta que no podia accionar mi magia, algo extraño pues sin importar a que cuerpo me cambiara nuca perdi la habilidad, hasta ahora.
-¿te sorprende no poder volver?-dijo mi propia voz desde la puerta, al girarme vi mi propio cuerpo apoyado contra la puerta, intente rugir pero de mis labios solo escapo el maullido mas patetico que e escuchado en mi vida.
-supongo que si- dijo mi propio cuerpo ahora ocupado por Lucia. -mira no te preocupes esto es solo temporal, siempre desee ser un adulto y cuando hablaste con mama de tu habilidad tuve que engañarte para que la usaras conmigo, no lo recuerdas porque anoche te di una copa con algunas hierbas de mama, siempre se le olvida lo que hace cuando las toma pero le dejan dormir como un bebe, por eso ayer antes de dormir te di la copa con las hierbas y tu accediste a cambiar de cuerpos conmigo todo el tiempo que te quedes aqui, al principio dijiste que solo estarias el fin de semana pero gracias a las hierbas te pude convencer de quedarte toda la semana, ya le avisaste a tus primos y todo, asi que espero estés contenta pequeña Lucia.
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